Paloma O'Shea (81 años) con un traje de chaqueta de azul cielo llegaba a la vez que Isabel Tocino (68), de rojo fuego en un claro guiño al Banco Santander, a la inauguración del que será uno de los epicentros del arte en el norte de España. Miguel Ángel Revilla (74) esperaba sentado en un banco aledaño a los Reyes de España. Se le notaba a gusto, pero quizá algo disgustado por la cancelación, debido a las inclemencias del tiempo, de la visita real programada el mismo día al Monasterio de Santo Toribio de Liébana. El helicóptero, que debía trasladar al presidente regional junto a Felipe VI (49) y Letizia (44) a Liébana, no podía sobrevolar la zona montañosa con la niebla como protagonista del parte meteorológico. Los reyes sólo posponen su vuelta a Cantabria a uno de los cuatro lugares clave de toda la cristiandad.
La soberana optó por un atuendo algo invernal teniendo en cuenta que la semana anterior se habían registrado temperaturas superiores a 30 grados en Cantabria. Aún así, Letizia (44) supo acertar con el look para la cita. La inauguración se produjo por la mañana, con una alta representación institucional y con gran movimiento para visitar las instalaciones llenas de un maravilloso laberinto con escaleras y pasarelas de vidrio.
Conocedora de estos sofisticados vericuetos, descartó el vestido por lo que optó por un pantalón ancho de campana y casi palazzo en blanco. A juego con la cartera, también en color acromático, en un tono más hueso y de piel con serigrafía de reptil de Uterqüe, que ya había lucido en otras ocasiones.
Todo lo demás fue una apuesta a un granate berenjena que destacaba en su chaqueta de cuero con grandes botones vestidos de idéntica piel. Sin duda, la pieza más importante que ya estrenó el día de su trece aniversario de boda el pasado 22 de mayo, en el que celebró el 40 aniversario de la Fundación Reina Sofía. Para aquella ocasión la combinó también con blanco, aunque optó por una falda y tacones a juego.
La chaqueta de la colección Resort, de Carolina Herrera New York, tiene un precio de 449 euros y un patronaje nada habitual, pero favorecedor. Sólo en las distancias cortas se aprecian unos cortes horizontales que producen pliegues en el tejido que dejan pleno movimiento a la reina y estilizan su trabajada figura. El vuelo inferior de la chaqueta es un claro peplum algo más abierto y largo del habitual.
Los pendientes eran en lágrima coronados por un granate y rodeados de una lluvia de finos brillantes de aspecto vintage. Este complemento daba la necesaria solidez y seriedad al look. Destacaban gracias a un peinado, también formal, de un moño bajo que dejaba la cara de Letizia completamente al descubierto. Un acierto en un acto solemne. El peinado estaba confeccionado con dos trenzas unidas en la nuca que conferían el moño bajo.
No quiso renunciar a unos stilettos de diez centímetros, también granates, de Magrit confeccionados a medida. Dos tiras coronaban los salones que se atan en una cómoda hebilla lateral. Los labios, al más puro estilo Hollywood, en un labial denominado Venom que se caracteriza por su tono granate oscuro. Un desembarco discreto, apropiado y cercano como así reflejó con su acertado atuendo y los gestos. El saludo y posado inicial lo atestiguan.
Inauguración Privé
El día anterior tuvo lugar una reunión más privada con motivo del encuentro internacional del arte organizado por la Fundación Botín. La familia Botín consiguió reunir al who is who del arte y las finanzas en una discreta comida en Santander. Alicia Koplowitz, Alberto Cortina acompañado de Elena Cué, Blanca Suelves y Rosario Nadal celebraron junto a Paloma, Carmen y Javier Botín la esperada inauguración del Centro Botín.
Javier Botín, presidente de la emblemática Fundación, recordaba a la prensa, el papel de D. Marcelino Botín Sanz de Sautuola, nieto del descubridor de las Cuevas de Altamira, fundador junto a su mujer Carmen Yllera de la institución cultural que nació nada menos que hace 53 años. Por supuesto, tampoco se olvidó de la figura de su padre, Emilio Botín, que se fue con la misión auto impuesta de convertir El Centro en un lugar pionero en el mundo para el desarrollo de la creatividad a través de las artes. Tal y como reza su perfil de Facebook, el nuevo epicentro de la cultura en el norte de España para el desarrollo de la creatividad mantiene el convenio con la Universidad de Yale desde hace tres años.
Otra de las múltiples iniciativas es la selección de obras adquiridas desde hace veinte años de "maestros contemporáneos, pero también de jóvenes artistas en proceso de convertirse en figuras clave de su generación" o talleres, becas y formación en artes plásticas. Confieren una misión social y abierta que la Fundación Botín ha sufragado con 80 millones de euros tan sólo en este nuevo proyecto.
Para la creación del museo suspendido en la Bahía de Santander, una de las diez ciudades que hay que visitar según el New York Times, han contado con el arquitecto Renzo Piano, ganador del Premio Pritzker y creador del Centro Pompidou o los tres Museos de Arte de Harvard, entre otros.
La magnitud del apetecible evento requería la presencia de Vicente Todolí (presidente de la comisión asesora del Centro Botín que fue, entre otros cargos, ex director de la Tate Modern de Londres), el flamante director de ARCO, Carlos Urroz (que este año aparcará la sinergia con otro país colaborador para dar paso a jóvenes talentos. Las nuevas generaciones aplaudirán la propuesta), Miguel Zugaza (ex director del Prado y actual director del Museo de Bellas Artes de Bilbao) y Pilar González de Gregorio (directora de Christie´s España).
Por El Pachinko, denominación japonesa de la estructura de plazas y pasarelas de acero y vidrio del Centro Botín, se dejaron ver como expertas en arte (podrían pasar también por modelos) Alicia Koplowitz -que acaba de exponer en París parte de su colección que abarca entre otros a Goya, Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Gauguin, Picasso y Modigliani- o Elena Cué -redactora de su propio blog en ABC referencia en el mundo del arte- acompañada de su marido, el empresario Alberto Cortina. Además del arte les unía la misma marca en los mules de Elena y el bolso de Alicia, ambos de Chanel. Rosario Nadal, enfundada en tejido vaquero y con unas cómodas sandalias negras de tiras, degustó las delicias de El Muelle. El nuevo restaurante de El Centro Botín, regentado por un chef dos Estrellas Michelín de la zona oriental de Cantabria, augura convertir a esta cafetería museística con vistas al mar en el place to be.
Los expertos en arte pudieron explorar, nunca mejor dicho, la obra del artista belga Carsten Höller en su primera exposición en nuestro país, el mayor compendio de dibujos de Goya y las esculturas de Juan Muñoz y Juan Uslé, ya que no podía faltar el artista cántabro más valorado.
Una troupe formada por la atractiva Blanca Suelves, el fotógrafo Gonzalo Manchado y su mujer, la galerista e interiorista Mafalda Muñoz, o Jacobo Fitz-James recorrieron el Paseo Pereda rumbo al Club Marítimo de Santander. En el clásico restaurante se sirvió una marmita, tomates de Gama y anchoas de Santoña, especialidades de la cocina cántabra donde las haya. Y todo por amor al arte.