"El príncipe Harry (32 años) está preocupado por la seguridad de la señorita Meghan Markle (36) y está muy decepcionado por no haber podido protegerla". El comunicado emitido el pasado mes de noviembre por el Palacio de Kensington en el que se reconocía la relación entre la actriz y el royal no dejaba lugar a dudas sobre cuál iba a ser la postura del hijo de Lady Di con su novia. Sus últimos movimientos han dado pistas, además, sobre la inminencia del anuncio de un compromiso oficial.
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En los últimos tiempos, cuando vuela desde su Toronto natal hasta el aeropuerto londinense de Heathrow algunos viajeros han sido testigos -no sin cierto escepticismo- de cómo el príncipe Harry espera a su novia a pie de pista, acompañado de un Audi negro y de varios escoltas. "Meghan suele llevar únicamente equipaje de mano. Si tiene maletas para facturar suelen meterlas en la bodega en último lugar para que sean las primeras que salgan. Además, todos los controles de seguridad necesarios los realiza a bordo, porque ella baja directamente del avión al coche de Harry, ahorrándose las habituales colas del control de pasaportes y de recogida de equipaje", comentaba recientemente una fuente al diario británico Sunday Express.
Otra de las señales que dan carta de oficialidad y compromiso a la relación entre ambos tiene que ver con el uso del salón de autoridades privado del aeropuerto, que habitualmente utiliza la Familia Real, además del primer ministro y demás políticos del gobierno en sus visitas oficiales. Al parecer, a Meghan Markle se le habría ofrecido la posibilidad de emplear esta sala en el transcurso de sus viajes.
Además, el hecho de que la actriz decidiera hablar por primera vez para una revista revelando sin tapujos algunos detalles de su relación con Harry ha hecho saltar todas las alarmas. Sobre todo después de confesar lo enamorados que están y lo felices que son juntos, pese a la presión mediática a la que ha tenido que hacer frente desde que se conociera su romance.
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No son las únicas pistas que llevan a pensar en que el anuncio oficial está más cerca que nunca. Una fuente cercana a Buckingham se atreve, incluso, a poner fecha. Darren McGrady, el que fuera cocinero de la reina Isabel II (91) durante 11 años y, posteriormente, chef de Diana de Gales hasta su muerte, asegura que el compromiso tendrá lugar a lo largo del mes de diciembre por una razón muy clara: "En agosto no pueden eclipsar el 20 aniversario de la muerte de la princesa Diana y en noviembre la reina y el duque de Edimburgo celebran sus bodas de platino (70 años de matrimonio), por lo que tampoco ese mes tendrá lugar el anuncio. Todo apunta a que será el último mes del año para que Meghan pueda unirse ya a la Familia Real en las vacaciones de Navidad en Sandringham y entonces será el año que viene cuando se casen", señala. Además, teniendo en cuenta que hace tan sólo unos días los duques de Cambridge anunciaban que esperan su tercer hijo, queda descartado también el mes de septiembre.
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Por si fuera poco, aún queda un apunte más que vendría a refrendar la teoría del inminente compromiso: sus últimas vacaciones en África, un lugar muy especial para Harry y, mucho antes, para su madre. Además, fue precisamente en este continente donde, durante un safari en Kenia, el príncipe Guillermo (34) pidió matrimonio a su entonces novia y hoy esposa, Kate Middleton (35), lo que para los británicos es un signo inequívoco de que con el hijo pequeño de Lady Di se repetirá la historia, aunque esta vez en Botsuana y no en Kenia. Aún así, terminaría por convertirse en una especie de tradición de los Windsor.
Durante su viaje a África, Markle celebró su 36 cumpleaños. Para algunos, no habría regalo más especial que un anillo de compromiso. Así lo asegura, entre otras, la revista estadounidense OK!
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Antes incluso de hacerse efectivo y oficial el futurible anuncio, la actriz ya cuenta con candidatos para confeccionar su vestido de novia. Es el caso del modisto Julien MacDonald (46), que trabajó para Givenchy y fue diseñador de moda británico del año. El sastre, que ha alabado el "gran estilo, muy clásico, elegante y atractivo" de Markle, ya ha imaginado el traje soñado de la que podría ser la nuera de Carlos de Inglaterra (68): "sería muy romántico", según confesó en el Sunday Express.