Letizia (44 años) acudía a las nueve de la mañana de este lunes al colegio Santa María de los Rosales, en Aravaca, acompañada de sus dos hijas. La reina conducía hasta el centro con la ventanilla bajada, por lo que a su llegada no dudó en saludar a los que aguardaban su llegada. Mientras tanto, en los asientos traseros, tras los cristales tintados se escondían la princesa Leonor (11) y la infanta Sofía (10).
Una vez más, no existe ninguna instantánea clara de las menores, salvo alguna imagen captada de las ventanas de atrás en las que se intuye a una de las pequeñas. Las niñas ya están en las aulas tomando sus primeras clases después del descanso veraniego, aunque Sofía ya 'cató' las aulas el pasado viernes en su inicio de curso. Y es que este año ambas viven diferentes etapas; mientras la más joven continúa su ascenso en primaria cursando quinto, su hermana mayor ya se estrena en la Educación Secundaria.
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Las pequeñas de la Casa Real han llegado al centro siendo totalmente invisibles para los ojos de la prensa, pero quien realmente estaba desaparecido era su padre, el rey Felipe VI (48). El monarca ha estado este fin de semana en la boda de Martina Jáudenes, su ahijada, ya que la joven es la hija de su gran amigo y compañero de regatas en Mallorca, Eugenio Jáudenes.
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La última imagen que existe de los reyes, por separado, es totalmente opuesta a lo que vestuario se refiere. Mientras en el enlace de este sábado en la isla balear el monarca se ha dejado ver con un impecable traje azul marino y una corbata en tonos fucsia, la reina ha sorprendido este lunes por la mañana con un look muy casual a la par que cómodo que destacaba por sus ceñidos pantalones vaqueros con dobleces a la altura del tobillo y sus deportivas blancas.