El padre de la reina Letizia (45 años) se ha sometido a un cambio de imagen. Jesús Ortiz (67) se ha desprendido de la barba que le he acompañado durante años y con la que le hemos conocido y está casi irreconocible como muestra la fotografía que obra en poder de JALEOS. En ella, el consultor de comunicación aparece con traje gris claro, camisa azul y corbata color burdeos. Pero, sin duda, lo más llamativo es su rostro, totalmente afeitado.
La última imagen pública del suegro de Felipe VI (49) fue en la comunión de su nieta la infanta Sofía (10). Llegó del brazo de su madre y abuela de Letizia, Menchu Álvarez, y aquí aún conservaba su prominente barba oscura. Esto fue en mayo de este año y después no se ha vuelto a saber nada de él.
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Jesús Ortiz es un hombre muy discreto, al que no le gusta tener presencia en los medios de comunicación. Como padre de la reina mantiene un perfil bajo y continúa con su vida de la misma manera que hacía antes de que su hija se convirtiera en la mujer del rey de España (por aquel entonces príncipe).
Todas las mañana acude en transporte público a su trabajo en Estudio de Comunicación, una de las principales consultoras especializadas en relaciones públicas en la que ejerce de consultor y relaciones públicas desde hace años. En sus redes sociales suele compartir instantáneas de su ámbito profesional.
En el ámbito privado es totalmente hermético. Tiene una relación con Ana Togores con la que reside en un piso en Prado del Rey. Ella está totalmente integrada en la familia y prueba de ello es que fue también una de las invitadas a la comunión de la hija de los reyes. Como su pareja, prefiere mantenerse en un segundo plano.
Jesús Ortiz estuvo casado con Paloma Rocasolano (madre de la reina Letizia) más de una década. Se separaron por diferencias irreconocibles y estuvieron casi cinco años sin dirigirse la palabra. La unión de su hija con Felipe VI les ha obligado a retomar el contacto. Delante de las cámaras mantienen una relación cálida, pero la realidad es que se comportan de manera fría y distante cuando no son el objetivo de los medios de comunicación.