La elegancia del vestido de Letizia compite con el recogido militar de Cospedal

Como viene siendo tradición, el Palacio Real ha acogido la celebración de la Pascua Militar presidida por los reyes Felipe (49) y Letizia (45) que han estado acompañados por Juan Carlos I (80) y Sofía (79) en el marco de las actividades que se están celebrando por el 80 cumpleaños de los eméritos. 

No obstante, entre tanta personalidad ha habido dos elementos que han conseguido llamar la atención de los allí presentes: el vestido de la reina Letizia (otra tradición que siempre se cumple) y el peinado de María Dolores de Cospedal (52). 

13 fotos

En lo que respecta al atuendo de la monarca, Letizia ha optado por un vestido de terciopelo azul de manga larga. Como era de esperar, el conjunto ha sido analizado con lupa y, en esta ocasión, para bien. El vestido no solo resaltaba la espectacular figura de la reina gracias al cinturón a la altura de la cintura, sino que además combinaba muchos de los elementos de esta temporada: el terciopelo y el color azul marino. 

En este sentido, llama la atención que el conjunto escogido por Letizia recuerda al que ya lució en la Pascua Miltiar de 2014. En esta ocasión también vistió un atuendo donde el azul marino predominaba con un vestido de terciopelo con la misma tonalidad que la prenda que escogió este sábado. 

En cuanto al atuendo de la ministra de Defensa, Cospedal ha optado por un conjunto de dos piezas en dos colores. En la parte superior ha lucido una chaqueta de color blanco con líneas rectas en la parte alta y formas ondulantes en la parte baja con detalles de pedrería que también se asomaban en la parte trasera. Ha complementado el conjunto con una falda en color oscuro con lunares blancos. Un conjunto muy formal para este día tan especial.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención del look de la ministra es su recogido de estilo militar. Como viene haciendo en los últimos actos oficiales a los que acude, Cospedal ha encontrado en este peinado una apuesta segura.

[Más información: La exaltación patriótica del moño: Letizia, Cospedal y las militares]

La reina Sofía, en cambio, ha escogido un vestido muy de su estilo. Se trataba de un traje de chaqueta con falda de gran colorido y estampado. Tampoco se ha desmarcado en lo que se refiere al corte de las prendas, optando por líneas clásicas y elegantes. 

Un acto para conmemorar el 80 cumpleaños de los reyes

Este año la celebración de la Pascua Militar tiene un elemento añadido: homenajear a los reyes con motivo de su 80 cumpleaños. Razón por la cual los eméritos han acompañados a Felipe y a Letizia en la presidencia de este evento. 

La fotografía oficial de la comida por el 80 cumpleaños del monarca. EFE.

Además de su presencia en la Pascua Militar, el viernes tuvo lugar una comida en Zarzuela con 70 invitados para festejar el aniversario de Juan Carlos. El almuerzo fue organizado por una de sus hijas, la infanta Elena (54), y en él estuvieron presentes la gran parte de sus amigos y familiares más cercanos. Sin embargo, lo que más llamó la atención no fueron los invitados, sino la ausencia de la infanta Cristina (52) y sus cuatro hijos. 

[Más información: La familia real no estuvo al completo: faltaron la infanta Cristina y sus 4 hijos]

También se desarrollarán una serie de actos a lo largo de este año para homenajear a los monarcas por su 80 aniversario. Se espera que para el cumpleaños de la reina Sofía, el 2 de noviembre, también tenga lugar una gran celebración aunque todavía no se conoce ningún detalle sobre cómo se desarrollará. 

Inicio del año militar

La celebración de la Pascua Militar constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar. En dicho acto se realiza un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.

El origen de la Pascua Militar se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación.