Guillermo de Inglaterra (35 años) recibe el 2018 con un nuevo look. Al mismo tiempo que daba la bienvenida al nuevo año decía adiós a su cabellera, que ya lucía un aspecto débil y despoblado. Ante tal circunstancia, el príncipe tomó las riendas de su situación capilar y se atrevió a coger la cuchilla y afeitar su cabeza del todo, algo que los medios ingleses han aplaudido en su totalidad.
"God shave the King" -'Dios afeite al rey'-, escribe el periódico The Times. Y es que el duque de Cambridge sorprendió este miércoles al mostrar su cabeza rasurada al cero en su visita a un hospital londinense donde quiso respaldar la inserción de exmiembros de fuerzas armadas en la plantilla. Su nuevo aspecto fue uno de los asuntos más comentados en el acto.
Ha tomado la decisión tras años siendo su poco pelo el protagonista de las anécdotas humorísticas con su hermano Harry (33) y su esposa Kate Middleton (35) quienes varias veces han bromeado en público con el problema capilar del futuro rey. "Él ya era calvo a los 12 años", dijo el prometido de Meghan Markle (36) recientemente. Pero ya en 2014, la duquesa de Cambridge también hizo referencia a su poca cabellera mientras le ponía un sombrero de lana que le regalaron a ella: "Te hace más falta a ti".
Precisamente su mujer ha tenido mucho que ver en la nueva imagen de Guillermo. Según el diario británico DailyMail, Richard Wars, el peluquero oficial de Kate Middleton, fue el que aconsejó al príncipe que rapara su cabeza para lucir más moderno. Ante la propuesta del experto en belleza, el hijo de Lady Di dudó durante un tiempo pero finalmente lo llevó a cabo. Cuando el monarca se decidió, fue el compañero del estilista, Joey Wheeler, el que acudió al Palacio de Kensington para ejecutar el corte 'real'.
Tras una pasada de maquinilla y después de pagar 180 libras, Guillermo ya 'no tiene un pelo de tonto'. El monarca se ha deshecho de la humilde cabellera que lucía y ha asumido su calvicie de forma completa. Nada puede ocultar ya su cabeza al aire, al menos hasta que reciba la corona cuando llegue su momento de reinar.
Pero ese destino todavía se ve muy lejano. Su abuela, a los 91 años, aún se resiste a abandonar el trono, algo que afecta directamente al príncipe Carlos (69). El veterano monarca va cumpliendo años y su salud no parece tan fuerte como la de su progenitora. De hecho, corre el rumor de que existe un documento escrito donde Isabel II pasa el testigo a su nieto Guillermo, pasando por alto el posible reinado de su hijo.
La reina inglesa no oculta su admiración por Guillermo y lo demuestra en cada acto al que acuden juntos, donde suele cederle parte del protagonismo, como si presumiera de él. Será aún larga la espera hasta el trono, pero lo que sí goza ahora el marido de Kate Middleton es de la bendición de Isabel, tanto con pelo como sin pelo en la cabeza, porque las abuelas siempre ven con buenos ojos a sus nietos.