Este fin de semana ha sido el escogido por Zarzuela para mostrar la unión entre las reinas Letizia (45) y Sofía (79) y la princesa Leonor (12) después de que se pusiera en entredicho su relación tras lo sucedido a la salida de la catedral de Palma el pasado domingo. La foto que tanto deseaba hacerse la reina emérita con sus nietas finalmente ha llegado, pero el momento ha dejado un detalle muy relevante que no ha pasado inadvertido para muchos y que vuelve a poner a su nuera en el punto de mira.
Las dos visitas 'reales' que se han producido al hospital para estar al lado del rey Juan Carlos (80) no han sido casuales ni han dejado hueco a la improvisación. Cada gesto estaba calculado y cada detalle, como los estilismos, tampoco han sido fruto de la casualidad. El sábado, muchos repararon en el calzado plano de Letizia, como un intento de ceder el protagonismo a Sofía y sus altos tacones para que destacara sobre ella. El objetivo de la reina de mostrar su complicidad y respeto hacia su suegra era evidente desde el momento en que abrió la puerta del coche a la monarca emérita a la llegada al centro sanitario.
En ese instante, lo más relevante eran los guiños de cordialidad de Letizia hacia la madre de su esposo y por eso se pasó por alto su gabardina, una prenda que aparentemente solo la había escogido de su armario por una cuestión meteorológica. Pero 24 horas más tarde, la elección de su estilismo cobraba un mayor sentido. Y todo se entendió cuando las pequeñas Leonor y Sofía (10) salieron del coche a las dos de la tarde del domingo con un atuendo idéntico: dos gabardinas de color beige.
Las trench que lucían la princesa y la infanta las firma Burberry, al igual que la que vistió su madre un día antes para posar con el mismo fondo, la misma compañía y el mismo propósito. Leonor era la que poseía el mayor foco de atención de los medios en su condición de heredera al trono y por el hecho de haber sido la 'autora' del manotazo a su abuela en el polémico vídeo de la misa de Pascua. Sin embargo, este domingo la conexión entre la reina Sofía y su nieta era tierna y perfecta, tanto que, mientras su hermana pequeña permanecía algo más distanciada de la emérita a pesar de estar unidas por sus manos, Leonor incluso llegó a ladear su cabeza en un amago de posarla sobre el hombro de su abuela paterna.
La foto de la princesa y la reina emérita juntas y sonrientes ya es un hecho, pero hay un detalle en esa idílica imagen que esconde una nueva maniobra por parte de Letizia: la gabardina. No es casualidad que la menor haya lucido la misma prenda que su madre en un momento en el que ambas tenían una misión, que no era otra que zanjar la polémica sobre su relación con la reina Sofía. El abrigo es la manera en la que la mujer de Felipe (50) desea expresar que su hija y ella son inseparables.
Las polémicas imágenes del vídeo muestran lo que parece una complicidad y una actuación coordinada entre Letizia y Leonor. Cuando la abuela de la princesa le coloca la mano en el hombro a la joven para la supuesta foto, la reina se acerca a su hija y le toca el pelo en la zona de la oreja a lo que acto seguido la menor responde con el comentado manotazo a su abuela. A pesar de lo criticado de este gesto, Letizia, mediante la cuidadosa selección de su estilismo, sigue queriendo demostrar que nada ni nadie romperá el fuerte vínculo que tiene con su primogénita, la futura jefa de Estado de España.
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