Los eventos públicos de la reina Letizia (45 años) se han visto reducidos estas últimas semanas. Una situación que tiene sentido en tanto que se conoce que Su Majestad se encuentra inmersa en la preparación del viaje de cooperación que hará del domingo 20 al 24 de mayo, el tercero como consorte de Felipe VI (50), a República Dominicana y Haití. Estos preparativos a otros lugares del mundo en visita oficial requieren semanas de organización, orden y una producción previa propia de una coreografía. Nada debe salirse de lo que está escrito, pactado y estipulado en los voluminosos dossieres que portan los Reyes de España en cada uno de estos itinerarios. Y en esta ocasión, la Monarca de nuevo en solitario.
Letizia ha tomado así el relevo de la reina emérita Sofía (79) que cada año desde 1997 y hasta la abdicación de Juan Carlos I en 2014, emprendía un viaje de estas características para dar voz e imagen a países subdesarrollados. Pero, ¿cuáles han sido los anteriores viajes de Letizia como reina de España y qué polémicas ha arrastrado con ellos?
Honduras y El Salvador, mayo de 2015
En palabras de la propia reina Letizia, con estos viajes, lo que se pretende es "dar visibilidad a la cooperación, tanto la que hace el Gobierno y el Ministerio como las ONGs impulsadas por los ciudadanos españoles". En su primer periplo como reina de España, tomando el testigo y siguiendo el "impagable ejemplo" de la emérita Sofía, Letizia cometió un resbalón cuyo eco aún resuena.
El 25 de mayo de 2015, el presidente Juan Orlando Hernández (49) y su esposa Ana García Carías (49), ofrecían una cena de gala en honor a la llegada de Su Majestad la Reina. El palacio presidencial se revistió para estar a la altura de las circunstancias, y cómo no, Letizia hizo lo propio. Para la ocasión, la Reina recicló un vestido de Felipe Varela, palabra de honor, negro con bordado y lentejuelas. Algunas voces consideraron una extravagancia lucir brillos, hombros y (algo de) escote considerando que se trataba de un viaje teñido de solidaridad y austeridad. Letizia volvió a la boca (y los dedos) de público y prensa por obviar estos conceptos básicos. Y no hablaba la prensa nacional de la opulencia manifiesta de la Reina sino del eclipse al objetivo fundamental de una misión de cooperación. La prensa latina, por el contrario, quedó prendada con luz y la energía que irradió con su
Senegal, diciembre de 2017
El 11 de diciembre del pasado año, la reina Letizia era recibida en el aeropuerto de Dakar con un cordón de honor por la primera dama de Senegal, Marième Faye, esposa del presidente, Macky Sall, y por el embajador de España en el citado país africano, Alberto Virella. De los errores se aprende, y tras toparse de bruces con la realidad de las descarnadas críticas tras su 'salida de tono' en el anterior viaje a golpe de brilli-brilli y lentejuela, Letizia bajó un cambio en sus velocidades estilísticas. Su llegada a Dakar tenía como justificación primera dar luz y apoyo a los proyectos de cooperación que nuestro país posee en ámbitos tan relevantes como la defensa de los derechos de las mujeres y el desarrollo social y económico.
Llamó especialmente la atención que en esta ocasión Letizia se mostrarse bastante más natural de lo habitual, atuendo en tonos claros y sin apenas una gota (por no decir nada) de maquillaje en su rostro. Tanto es así que algunos medios de comunicación llegaron a vislumbrar ciertas huellas de cansancio en su tez. La Reina dejó en su armario la artillería pesada y seleccionó outfits mucho más discretos. Por supuesto, las cenas, eliminadas. Por el contrario, los focos y los ojos se posaron sobre la figura de la primera dama senegalesa, Marième Fayé (del presidente Macky Sall, ni rastro).
Con una amplia sonrisa, la esposa del presidente recogía a Letizia en el aeropuerto Dakar-Yoff Leopold Sédar Senghor. Pero no solo se vistió de primera dama sonriente, Fayé portó consigo una versión evolucionada del clásico 2.55 de Chanel (valorado en más de 5.000 euros), una túnica de seda burdeos y negra, un brazalete de oro amarillo y rubíes; y un imponente Rolex en coral achampanado. A la contra, Letizia optó por un vestido de Hugo Boss (300 euros) que estrenó tres meses antes en Tenerife y que se le conoce como el vestido que "muarea" a propios y extraños. El efecto de las líneas blancas y negras a golpe de cámara de foto y vídeo recrea a la vista el conocido como efecto "muaré".
República Dominicana y Haití, mayo de 2018
Lo que a priori debía tratarse de un viaje de cooperación, visibilidad y ayuda a países subdesarrollados, ya ha empezado con mal pie. La Reina viajará a República Dominicana y Haití entre los días 20 y 24 de mayo, coincidiendo así con su aniversario de boda con el rey Felipe VI. El rifirrafe entre las reinas ha provocado que desde Zarzuela se dé prioridad al reflote de la imagen de la Corona de España a través de viajes de cooperación y ayuda con la reina 'errante' como escudo, por encima de una ruidosa (aunque siempre privada) celebración marital. El próximo 22 de mayo se cumplirán 14 años desde aquel lluvioso sábado en que una joven periodista dejaba de serlo para convertirse en Princesa de Asturias, y con el tiempo, apenas una década después, en la reina de todos los españoles.
[Más información: Letizia y Felipe, separados por primera vez en su aniversario de bodas: yo en el Caribe, tú en Madrid]