En solo 48 horas el príncipe Harry (33 años) se convertirá en el marido de Meghan Markle (36) ante los ojos de medio mundo. Su boda es uno de los eventos más esperados del año, pero nadie mejor que el propio Henry Charles Albert David -su nombre completo- sabe lo mucho que le ha costado llegar hasta este momento.
Su imagen de cara al medio público ha mejorado radicalmente gracias a la figura de la actriz americana y el sosiego que ésta le proporciona. Pero no siempre ha sido así. JALEOS hace un recorrido por los episodios que han marcado la vida de Harry y por los que se ha ganado el apodo de 'rebelde' de la Casa Real británica.
A los 8 años: la separación de sus padres
En 1992 la ruptura de Carlos de Inglaterra (69) y Lady Di era ya un hecho. Tras once años de matrimonio, los continuos rumores que perseguían a la pareja sobre su nula felicidad juntos era insostenible. Ella no podía -ni quería- disimular su desagrado en su vida personal y contó en varias ocasiones ante medios como la BBC lo infeliz que se sentía porque, entre otras cosas, tenía claro que "eran tres en su matrimonio".
Diana llegó a autolesionarse y a enfermar por su vida dentro de palacio, algo de los que sus hijos fueron testigos. Ese drama unido a la separación definitiva y el divorcio en septiembre de 1996 fue un capítulo difícil para el pequeño Harry.
A los 12: la muerte de su madre
El 31 de agosto de 1997 Diana falleció en un accidente de tráfico que aún es centro de muchas conspiraciones. El inesperado fallecimiento de Lady Di dejó a sus hijos desamparados. Su madre era la que les ponía los pies en el suelo, les hacía vivir como dos niños normales ajenos a la realeza: les llevaba a restaurantes de comida rápida, a parques de atracciones... Y de la noche a la mañana todo eso despareció cuando aún eran ambos preadolescentes.
A los 17: su coqueteo con las drogas y el alcohol
Las fiestas nocturnas con amigos de Harry nunca fueron un secreto. Las discotecas y la noche eran la perdición del joven royal, como la de la mayoría de chicos de su edad. Pero con la diferencia de que lo que hiciera el nieto de Isabel II (92) salía en portada a menudo. Y es que para los británicos suponía una gran mancha en la imagen de la realeza. Más aún cuando un portavoz del palacio de Saint James confirmó lo que se decía en esos tabloides, que Harry era consumidor de cannabis y era asiduo al alcohol.
A los 19: 'Harry el sucio'
Una de las mayores 'vergüenzas' reales la protagonizó con 19 años. Una noche de fiesta salió con su hermano y acabaron muy bien acompañados. Entre tanto baile y diversión, Harry se acercó a una joven a la que besó y agarró el pecho. Ese momento quedó inmortalizado por una cámara de la que el hijo de Lady Di no parecía tener constancia.
Esa fotografía salió a la luz tres años después. The Sun publicó en su portada de 2006 la polémica instantánea en la que al fondo se veía también al joven Guillermo hablando con otra chica. En ese momento Harry estaba saliendo con Chelsy Davy, algo que acrecentó aún más las críticas hacia la actitud del joven royal.
A los 20: su polémica nazi
Fue su primera portada que escandalizó a los británicos. En 2005, The Sun mostró una imagen de Harry luciendo una esvástica en el brazo. En la misma foto también se le veía sosteniendo una copa de alcohol y un cigarrillo en la otra mano. Su rostro hablaba por sí mismo de la alocada fiesta en la que se encontraba. La polémica no se hizo esperar y el propio Harry tuvo que pedir perdón a sus ciudadanos con una carta remitida desde el despacho de su padre.
A los 27: una fiesta al desnudo
Hace solo seis años Harry seguía siendo el personaje favorito del diario The Sun. Después de vincularle con drogas, alcohol, fiestas infinitas y actitudes maleducadas, en 2012 el 'príncipe rebelde' acababa una noche completamente desnudo y bailando al son de la música con un pequeño grupo de amigos.
Las redes sociales e Internet ya eran por aquel entonces las herramientas favoritas de los más cotillas y los que buscaban información con rapidez, por eso estas imágenes de Harry mostrándose tal y como vino al mundo corrieron como la pólvora en las plataformas digitales. Toda Gran Bretaña conocía las tórridas fotografías del nieto pequeño de la reina y al publicarse a toda página en un medio de papel tomaron aún mayor trascendencia. Para muchos era una locura más del joven díscolo real, mientras otros ya no creían en la posibilidad de que, debido a su cercanía a la treintena, sentase la cabeza algún día.
A los 29: su sangre fría en el ejército
En 2013 realizó el servicio militar durante cinco meses. Formar parte del ejército parecía ser la mejor baza para calmar la rebeldía de Harry y conseguir que madurara, pero volvió a estar en el centro de la polémica tras unas declaraciones al volver de las prácticas militares. Aseguró que había matado a muchos insurgentes talibanes y ante la pregunta de si había disparado a alguno desde la cabina del piloto, respondió con un "sí, igual que muchos". Esta contestación fue tachada de "extrema frialdad", algo que volvió a repercutir a la imagen de la Casa Real.
A los 33: ¿sentará la cabeza?
Con 32 años conoció a Meghan Markle y tras pocos meses de noviazgo llegó la confirmación de su amor con el anuncio de su boda. Este sábado el príncipe Harry, el que tantas portadas sensacionalistas ha protagonizado, el que siempre ha vivido feliz de no tener la presión del trono, dará el 'sí, quiero' a la responsabilidad, a la madurez, a la seriedad de formar una familia junto a Meghan, ¿lo logrará?
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