Ernesto Augusto de Hannover (64 años) se encuentra en uno de sus peores momentos. El príncipe alemán está ingresado en una clínica de desintoxicación desde hace dos semanas. El miembro de la Casa Real ha entrado en un centro especializado para personas que tienen problemas de adicción con el alcohol.
El que todavía es marido de Carolina de Mónaco (61) sufrió una fuerte inflamación del páncreas y varias hemorragias internas, según adelanta Bunte. Los medios alemanes informan de las intenciones que tendría su familia inhabilitar a Ernesto de Hannover.
Su entorno está buscando los medios legales para poner a aristócrata bajo tutela ante los indicios de que ya no es capaz de ejercer su papel con la responsabilidad que este conlleva. Aunque Carolina y Ernesto ya no conviven desde hace dos años, ella podría convertirse en su posible tutora.
Los problemas del hombre con el alcohol se han sucedido durante años y su última polémica tuvo lugar durante la boda de su hijo Christian de Hannover (32). En la fiesta del enlace perdió el conocimiento por culpa del alcohol lo que le obligó a ingresar de urgencia en un centro médico en Lima, ciudad en la que tuvo lugar la celebración. Aunque la familia no quiso hablar de alcohol y dijo que todo había sido por una intoxicación alimentaria.
La misma revista confirma que Ernesto de Hannover sufrió una última intoxicación por alcohol hace un par de semanas y que tuvo que ingresar en la clínica austriaca Salzkammergut. Los médicos le asistieron con tratamiento psiquiátrico puesto que estaba sufriendo alucinaciones y no alcanzaba a reconocer quién era ni dónde estaba.
Aunque Ernesto ya se encuentra en un mejor estado de salud, los médicos estudian la idea de mantener el tratamiento psicológico al aristócrata para poder tener un control más cercano de su evolución.
[Más información: Ernesto de Hannover, hospitalizado tras la boda de su hijo]