Se avecina el cumpleaños más amargo para la infanta Cristina de Borbón (53 años). La hija del rey Juan Carlos I (80) ha recibido el peor regalo que podía imaginar: el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de prisión de la Audiencia de Palma contra su marido, Iñaki Urdangarin (50). Con la leve rebaja de cinco meses por uno de los delitos de falsedad documental a cuya comisión, según la citada instancia, habría contribuido de forma esencial.
La situación personal de la infanta Cristina
Esta decisión judicial, que lejos de ser precipitada ha sido meditada y distendida en el tiempo, trastoca por completo no solo la vida de la hermana del rey Felipe VI sino también la de sus hijos, ya adolescentes. Juan Valentín (18), el primogénito, ya vuela en libertad. No obstante, Pablo Nicolás (17), Miguel (16) e Irene (13) están terminando su curso escolar en l'Ecole Internationale de la Route de Chêne de Ginebra, centro privado pagado por el bolsillo personal del rey Juan Carlos I: "El colegio de los niños los paga el Rey emérito, y los abogados de la infanta Cristina también", afirma Pilar Urbano.
Tan solo la preinscripción del centro escolar tiene un valor de 6.000 euros por alumno. Ya matriculados, el curso anual asciende a los 25.000 euros, es decir, hasta la marcha de Juan Valentín (18) el pasado año, el abuelo desembolsaba 100.000 euros íntegros cada nueve meses por la educación de sus cuatro nietos.
Al cumplir su mayoría de edad, Juan Valentín prefirió poner tierra de por medio y embarcarse el pasado mes de marzo en un viaje de misiones en Battambang (Camboya). Este periplo tenía una duración, a priori, de cuatro meses y el objetivo era colaborar con la fundación solidaria del jesuita Kike Figaredo, con quien ya participa su madre, y su abuela, la reina Sofía (79).
A raíz del fallo judicial del Supremo surgen cientos de preguntas: ¿Volverá la infanta Cristina a España? ¿Se instalará en alguna ciudad cercana a la prisión donde ingrese su marido? Periodistas expertos en Casa Real tienen claro que "este verano veremos seguro a la infanta Cristina con la reina Sofía y sus nietos en Palma. Los eméritos la van a apoyar mucho en este momento", detalla Pilar Eyre en exclusiva para este periódico. Aunque va más allá y según su opinión "la infanta Cristina, de momento, no se moverá de Ginebra. Ahora en verano irá a varios sitios de vacaciones, campamentos para los niños en Palma...".
El rey Felipe VI no la quiere en España
Las posibilidades están sobre la mesa, y la infanta no contempla la opción de volver a España, especialmente tras el cortafuegos familiar por parte de su hermano, el Rey. Suiza es un país neutral, los medios de comunicación apenas publican escándalos, verbi gratia, nunca se habló de primera imputación de Cristina. Un acorazado de seguridad del que sus hijos carecían en el Liceo Francés de Barcelona, donde padecieron el desprecio de algunos compañeros que llegaron a rotular "Urdangarin, ladrón" en una pared.
En todo este proceso de resolución judicial; y viajes de ida y vuelta a los juzgados de Palma, la infanta Cristina ha visto cómo ha sido apartada de la agenda institucional, juzgada por la sociedad, excluida de la familia real, que no de la familia del Rey, y además cómo en junio de 2015, tan solo un año después de que Felipe ascendiese al trono de España, el Rey le revocaba el uso del título de duquesa de Palma.
Pese a ello, Cristina sigue gozando de los derechos dinásticos a los que solo ella, como infanta de España, puede renunciar. "El rey Felipe VI no sólo ha decido expulsar a su hermana de la familia real y de la agenda civil, también del país. Le ha dicho que no se instale en España" ha llegado a revelar Pilar Urbano.
El destino de Iñaki Urdangarin al que acudirá la infanta
Como todo reo, Urdangarin tiene derecho a elegir prisión. Sin embargo, Instituciones Penitenciarias, por estrictas cuestiones de seguridad, podría intervenir y restringir este derecho. Muchas voces apuntan a que el cuñado del Rey podría acabar con sus huesos en Brieva, un centro exclusivamente de mujeres que tiene instalada un ala especial donde cumplió condena el exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán. A la contra, otros expertos señalan Zaballa, en Álava, como la más idónea para el exduque: no solo por la proximidad a su Zumárraga (Guipúzcoa) natal y al arraigo social que puede traerle su tierra sino porque gran parte de su familia, incluida su madre, Claire Liebaert, vive allí.
Sea como fuere, se presume que la suya ha sido una decisión consensuada con su esposa. Un lugar intermedio entre su patria chica y lo suficientemente alejado de Madrid como para que su Cristina pueda volar directa sin tener que pasar por el trago de visitar la capital de España, donde no es bien recibida ni por su hermano, ni por su cuñada, la reina Letizia (45), ni por gran parte de la sociedad, que ya la ha condenado pese a su absolución.
La situación judicial con la infanta Cristina
La infanta Cristina, que fue imputada como cooperadora necesaria y posteriormente absuelta, también ha visto reducida su responsabilidad civil en la sentencia del Supremo. De los 265.088 euros que debía inyectar, el TS lo ha rebajado a 136.950 euros al entender que no puede responder de esa manera de los delitos fiscales cometidos por su marido. La Sala de lo Penal del Alto Tribunal confirma su responsabilidad a título lucrativo pero los 128.000 euros rebajados deberán ser abonados por Urdangarin.
La Casa del Rey ya ha emitido su siempre comedida declaración respecto a la condena de quien fuera miembro de la familia real, el primer condenado de su Historia, y señala "su respeto absoluto a la independencia del poder judicial".
Esta noticia la han conocido los reyes de España mientras que Felipe VI se encontraba presidiendo un acto de defensa en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y Letizia, una sesión de trabajo del Patronato de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) en la sede de Iberdrola de Madrid.
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