Iñaki Urdangarin (50 años) ya se encuentra privado de libertad. El marido de la infanta Cristina de Borbón (53) ha ingresado este lunes a las 8:13 horas de la mañana en el Centro Penitenciario Ávila, más conocido como la prisión de mujeres de Brieva. Se trata de una cárcel erigida a 500 metros de distancia del centro histórico de la citada localidad, donde apenas viven dos docenas de habitantes, hoy enfrentados por la ilustre llegada del primer miembro de la familia del Rey que acaba entre rejas.
JALEOS se ha puesto en contactos con determinados establecimientos de esta pequeña localidad abulense. Los encargados del restaurante El Colmenar de Brieva-Vicolozano no se ha sorprendido con la presencia de Iñaki Urdangarin. "No, hombre, no nos sorprende, si ya estuvo aquí 'el Roldán'". Pero, ¿encuentran favorable la decisión de Urdangarin o piensan que es mala imagen para el pueblo? "Será igual que todos". Misma postura defienden los responsables de la Venta de la Miel quienes nos afirman que "ha habido mucha prensa. Yo no he hablado con casi nadie del pueblo pero creo que está bien que venga alguien importante, ¿no? ¡El nombre de Brieva ya ha salido en todos lados!".
Sin embargo, no opina lo mismo otro vecino que desde su puesto de trabajo alcanza a ver la cárcel donde ya hace sus días el exduque de Palma. El carpintero de la localidad, cuyo negocio se sitúa justo a la entrada del pueblo y a escasos metros de la puerta principal del centro penitenciario, está muy molesto con la llegada de Urdangarin. "Este pueblo va a dejar de ser tranquilo", cuenta a JALEOS en un primer momento. Pero su denuncia pública va más allá: "He observado que han limpiado la zona de hierbas malas de la entrada de la cárcel pero tienen todo el pueblo hecho un desastre y no lo limpian. Todo eso porque viene este señor y limpian únicamente la zona que se va a ver en los medios que es lo que van a enseñar los periodistas, pero deberían darse una vuelta por el pueblo y verán que el resto no está así. Es una vergüenza".
Quizá es el hombre del pueblo que más 'cerca' va a notar la presencia del cuñado del rey y por eso insiste en sus declaraciones: "Porque lo que no es normal es que porque venga este señor cojan y limpien para quedar bien con la tele y lo demás lo tengan todo perdido, cuando es un barrio de Ávila que paga religiosamente sus impuestos correspondientes. Claramente nos vamos a ver afectados por su presencia, y la convivencia va a cambiar". El trabajador de Brieva no solo critica la gestión que se ha hecho por la llegada del marido de la infanta Cristina sino también por lo que supone para el día a día de los vecinos: "La tranquilidad a la que estábamos acostumbrados se pierde ahora, porque en la prisión siempre ha habido 100 reclusas que ni se notaba que estaban, pero ahora va a ser diferente. Se nota ya la intranquilidad y encima tienen todo abandonado".
El carpintero abulense tiene su propia opinión acerca de la figura del nuevo preso y niega rotundamente que su ingreso en esta cárcel traiga consecuencias positivas para el pueblo: "Nosotros no podemos ver nada positivo de un señor que se ha llevado lo de todos, eso de positivo no puede traer nada. Lo positivo hubiera sido que le hubiesen metido en una cárcel de Carabanchel con 4.000 personas, no en un sitio especial que lo han estado arreglando para él, porque se sabía que iba a venir". Y es que el vecino de Brieva tiene claro que el marido de la infanta ha recibido un trato de favor: "Con todo esto se ve que no todos somos iguales ante la Justicia. Los demás cualquier cosita que hagas ya nos meten cinco años en la cárcel, y él casi en dos años puede salir ya. Si lo hubiéramos hecho cualquiera de nosotros no salimos en lo que nos queda".
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