Arranca la semana de actos instituciones para la reina Letizia (45 años). Este martes, triple audiencia en terreno local, junto a su esposo, el rey Felipe VI (50). En la primera de ellas se ha reunido con una representación de la Asociación Nuevo Futuro cuya presidenta honorífica es la infanta Pilar de Borbón (82), hermana del rey Juan Carlos I (80).

Una de las batallas más grandes que ha librado la tía del monarca contra su propio sobrino es con el hecho de que su esposa, Letizia, jamás haya acudido al rastrillo benéfico Nuevo Futuro, con la atracción y visibilidad que su visita supondría.

Y si Mahoma no va a la montaña... La infanta Pilar ha seguido todos los pasos para solicitar una audiencia formal con el rey de España, por mucho que lo haya visto nacer y mecido entre sus brazos. Y como tal, lo ha tratado, no solo a él sino también a la Reina. 

A la llegada de los monarcas, la infanta ha esbozado una sonrisa que denota el cariño, la admiración y la debilidad que siente por su sobrino. Tras propinar los dos besos, propios de ser familia, la hermana del emérito ha realizado la protocolaria y tradicional reverencia. Ídem cuando ha llegado el turno de saludar a la consorte, pese a las tensiones familiares y notorias entre ellas. En la imagen se observa cómo la soberana acepta los dos besos pero intentar evitar que la tía de su marido haga la genuflexión. De ahí que la sostenga de los brazos y la eleve. Desde que el rey Felipe llegase a la Corona de España, y en el constante intento de restauración de la monarquía, no dejan de cuidarse los símbolos dinásticos pero tampoco se exigen. Un apretón de manos, dos besos y de ahí al selfie con los Reyes, tal y como hemos visto, hay un paso. 

Reverencias para recordar

Los expertos en protocolo hablan de la reverencia como un gesto elegante, cordial y como señal de respeto. En ningún caso se trata de algo obligatorio. Desde que Letizia llegase a Zarzuela en el año 2003, han tenido lugar una serie de reverencias que han quedado para siempre en la memoria colectiva del pueblo español.

La primera de ellas tuvo lugar en febrero de 2007. La entonces Princesa de Asturias se encontraba embarazada de su segunda hija, Sofía (11) y se topaba con la fatal noticia de la muerte de su hermana pequeña, Érika. A su llegada al tanatorio Tres Cantos de Madrid, y en señal de absoluto respeto a su suegro y Rey de España, Letizia, rota de dolor entre lágrimas hincaba la rodilla ante el gesto de evasión de Juan Carlos I, que no terminó de permitirlo. 

El pasado 30 de enero, la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón (12) recibía de manos de su padre el valioso Toisón de Oro. Y no solo precioso no solo por su valor monetario, sino sobre todo por su significado institucional. Era la primera vez que se veía públicamente como la futura reina titular de España mostraba respeto en reverencia al Rey. Fue un día especial en la familia Borbón, pues además el monarca cumplía 50 años, una especial efeméridas en la familia real.

Felipe recibió el Toisón a la edad de 13 años y Leonor lo hizo con 12, aunque ya aparecía reflejado en el BOE cuando cumplió los 10. Un nuevo paso al que se adelanta a su padre, respaldado por él mismo, que declaró con orgullo que desea que su hija sea un ejemplo para el futuro reinado del país.

Si hubiera que destacar una reverencia contextualizada y reciente, sería la de la infanta Elena (54) y su benjamina, Victoria Federica (17) a la emérita Sofía de Grecia (79), cuando más lo necesitaba. El pasado mes de abril, la reina Sofía acompañaba a sus nietos, Froilán (19) y Victoria de Marichalar a la salida del Hospital Universitario Sanitas de La Moraleja tras la visita al rey Juan Carlos, que permanecía ingresado tras su operación de rodilla.

De camino al coche, llamaron la atención las muestras de respeto de la infanta y su hija que replicaban la reverencia en señal de absoluto respeto, apenas días después de que la imagen de su madre se viese expuesta por el rifirrafe protagonizado con la reina Letizia a las puertas de la Catedral de Palma. 

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