El rey Juan Carlos (80 años) ha asistido a la cuarta corrida de toros del abono de la Semana Grande de San Sebastián, en la que actúan, mano a mano, Enrique Ponce y el peruano Roca Rey. No es ningún secreto la afición del rey por la tauromaquia y no ha dudado en acudir a la plaza de toros y dejarse ver entre el resto de aficionados, cosa que no ha ocurrido en Palma de Mallorca. El monarca ha sido 'baja' en la isla este verano en el que se esperaba la foto completa de la Familia Real en un momento de crisis y polémicas que no paran de salpicar a la Casa del Rey.
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Pero el rey emérito ha permanecido lejos de los focos hasta este miércoles. Ha hecho acto de presencia en la plaza donostiarra apenas unos minutos antes de que arrancara el paseíllo, en uno de los palcos del callejón del moderno coso de Illumbe, acompañado por su hija mayor, la infanta Elena (54).
En los últimos años se ha hecho habitual la presencia del monarca en las corridas de toros donostiarras, desde que en 2015 ya estuviera presente en el festejo con el que la tauromaquia volvía a Donostia tras dos años sin feria taurina.
La corrida de este miércoles, con toros de Victoriano del Río, ha quedado finalmente en un improvisado mano a mano entre Ponce y Roca Rey, una vez que, a primera hora de la tarde, el diestro Cayetano (41), también anunciado en el cartel, haya causado baja y presentara un parte médico que acredita una doble fractura costal tras una fuerte voltereta sufrida el pasado domingo en Pontevedra.
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