La infanta Cristina (53 años) ha decidido divorciarse de Iñaki Urdangarin (50), el que ha sido su esposo durante 21 años y con quien tiene cuatro hijos. La hermana del rey Felipe (50) ha aprovechado su estancia en España para celebrar el 80 cumpleaños de su madre, la reina Sofía (80), y ha visitado a un abogado experto en divorcios, según publica Lecturas. 

Cristina sigue considerando a su marido inocente de los cargos que se le imputan por el caso Noos y que le han llevado a la cárcel. Sin embargo, no ha podido olvidar que le fue infiel con la mujer de uno de los testigos de su boda explica la revista.

Ya en su momento, el exjugador de balonmano quiso denunciar a los medios que se hicieron eco de su infidelidad. Tal y como relata una fuente cercana a la pareja, la hermana de Felipe "se negó, indignada... Aunque lo perdonó, siempre le ha quedado esa espinita dentro". 

Por el momento, la infanta está buscando piso en Madrid, una mudanza que se espera para el próximo curso. Se dilata el momento del traslado para evitar que los estudios de sus dos hijos menores se vean afectados.

Según la citada publicación, con esta mudanza la hermana de Felipe también querría facilitar el tercer grado de Urdangarin, que está prevista para las navidades de 2019. A pesar de querer divorciarse, la infanta quiere que la relación de los pequeños con su padre sea lo más normal posible. 

Este distanciamiento en el matrimonio también se ha sentido en las visitas de Cristina a la cárcel de Brieva, donde cumple su pena el exjugador de balonmano. Aunque sigue llamándolo, las visitas a la prisión se han ralentizado, tanto de ella como de sus hijos. 

Iñaki Urdangarin ingresó en la cárcel de Brieva el 18 de junio de 2018 para cumplir con la pena impuesta por la justicia como consecuencia de la investigación del caso Noos. La infanta le ha visitado en varias ocasiones, amparada en el anonimato que le proporcionaba entrar por una puerta distinta al resto de visitas y la discreción impuesta a los funcionarios de este centro penitenciario. 

Reconciliación familiar

Tras la visita de la infanta Cristina en España, ha quedado probado que ahora mantiene una relación totalmente renovada con su familia. De forma sigilosa. Pero bien es sabido que en Casa Real los pequeños detalles son toda una declaración de intenciones. 

El mejor ejemplo de este 'perdón' real vino con la imagen oficial del almuerzo celebrado en Zarzuela en honor a la reina Sofía. Cristina, en medio de la fotografía, lucía un vestido rojo y una sonrisa de oreja a oreja. Justo detrás de sus padres, en la segunda fila, al lado de su hermana Elena (54) y con sus hijos a la izquierda.  

Es cierto que la griega siempre ha sido una fiel defensora de su hija, dejando claro que antes que reina es madre, y muchos pensaron que tras esta imagen estaba el expreso deseo re la reina. Pero las últimas informaciones publicadas podrían arrojar una nueva interpretación a la inclusión de la infanta en la fotografía oficial. 

También aprovechó esta visita a nuestro país para ir al teatro junto a su hermana, la infanta Elena, y los hijos de ambas. Cristina se mostraba sonriente ante los medios agolpados fuera del recinto, a pesar de una pequeña confusión a la hora de subirse a los coches. 

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