Marie-Chantal Miller (50 años) no pasa desapercibida. Una persona que genera tanto interés como polémica. Se mueve entre el lujo y la realeza y se ha convertido en la imagen más cercana de la familia real de Grecia. No suele callarse sus opiniones y así lo deja claro en redes sociales cada vez que puede, pero en esta ocasión ha dado un paso más allá: "Hay que aceptarlo, yo lo hago, mis hijos también, no nos queda otra opción. Ellos han elegido ser figuras públicas y mostrar su vida en cuentas abiertas. Es muy importante tener opiniones libres, ser capaz de elegir tu vida y decidir lo que te gusta y lo que no", confiesa la empresaria.

Aunque no tiene orígenes de realeza, pertenece a una familia importante. Su padre, Robert Warren Miller, es un importante y reconocido empresario, dueño del Dutty Free. Pero las cosas siempre empiezan desde abajo, y ha querido destacar sus orígenes humildes: "Mi padre viene de una familia humilde y trabajó muy duro para tener éxito", afirma en una entrevista concedida a la revista Vanity Fair. 

Pero su vida cambió cuando conoció a Pablo de Grecia (51), el príncipe heredero. Todos los focos se centraron en su persona, pero por amor supo adaptarse a la nueva vida: "Me casé con Pablo, y su familia tiene una gran historia detrás. Si él me hubiera pedido que nos fuéramos a vivir a Grecia, para mí habría sido muy fácil, porque me adapto con gran facilidad y me siento cómoda en cualquier sitio. Nunca sentí que tenía que guiarlo o que él debía guiarme a mí. Siempre me ha hecho sentir que podíamos ser iguales, caminar juntos de la mano. Desde que estoy con él es mi mejor consejero".

Consciente de la importancia de su familia política, siempre se ha posicionado a su lado, transmitiéndole también a sus hijos esos valores: "Cuando tuvimos a nuestros hijos, queríamos criarlos en Europa para que no perdieran su historia y sus valores. Mis suegros estaban todavía en Londres y nuestro deseo era que crecieran cerca de sus abuelos", y es que ella misma reconoce que: "Pablo tiene una gran familia y con ello viene una gran responsabilidad".

La princesa griega es muy activa en redes sociales, sembrando la polémica cada vez que hace una publicación, además de ser una bloguera muy seguida y todo un referente en lifestyle. "No me disculpo por ser como soy. No tengo nada que ocultar. Poseo opiniones propias, soy fuerte y tengo los pies en la tierra. Además, he decidido ser una figura pública en Instagram, porque dirijo un negocio y llevo un blog", reconoce la británica cuando le preguntan al respecto.

"Siento que la mente no envejece, yo creo que deja de hacerlo en un determinado momento. La mía paró sobre los 32 años. Considero que todo el mundo tiene un punto de parada, la mente no envejece, solo el cuerpo. Todavía me siento como si tuviera esa edad. Soy joven, activa y disfruto de la vida. Me siento en tan buen momento... Cincuenta es un número redondo. ¿No?"

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