La exjequesa de Qatar, de ser la más guapa del mundo a una empresaria astuta
- A punto de cumplir 60 años, Mozah bint Nasser al-Missned es una de las mujeres más poderosas del planeta.
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Las cosas de palacio van despacio. Pero seguras. A Mozah bint Nasser al-Missned, la ex jequesa de Qatar (59 años) y madre del actual emir, Tamin Bin Hamad Al Thani (38) es una excelente estratega en la sombra mientras las revistas de moda internacionales se fijan sólo en ella como una de las mujeres más elegantes del mundo. Sin embargo, es tan sibilina, inteligente, astuta y 'peligrosa' como la alegórica imagen del collar Serpent de Cartier, una de sus joyas más famosas valorada en 20 millones de euros formado por miles de brillantes, entre ellos, dos de talla pera de casi setenta quilates denominados 'lágrimas de tigre'.
Apodada la Nefertiti de Qatar, ella es el alma máter de la dinastía Al Thani que extiende sus poderosos tentáculos alrededor del mundo. Sigilosamente, desde el 2003, la exjequesa ha ido incrementando el patrimonio familiar con inversiones en el extranjero a través de la Qatar Investment Foundation, de la que también depende la Qatar Luxury Group, entre otros fondos de inversión.
Sus propiedades europeas más emblemáticas son increíbles. Sólo en Londres, poseen los almacenes de lujo Harrods que compraron en 2010 por 1.741 millones de euros a Mohamed Al Fayed (89), el suegro de lady Di (36); en frente se hicieron con el One Hyde Park, el edificio de apartamentos más exquisito del mundo donde llegó a vivir Naomi Campbell (48) con su ex novio, el multimillonario ruso Vladimir Doronin (56).
Tienen el 95% de las acciones del The Shard, el rascacielos piramidal más alto de Europa, que equivale a unos 3.000 millones de euros; los carismáticos hoteles Caridge’s (refugio durante la II Guerra Mundial de los reyes de Noruega, Grecia y Yugoslavia), Berkeley, London Park Lane y The Connaught; por 635 millones de euros compraron la villa olímpica de la ciudad; tienen un 20% de la Bolsa de Valores; son los mayores inversores de los bancos Barclays y Sainsbury y, para su propio uso y disfrute, disponen de Cornwall Terrace un palacio de más de 3.000 metros cuadrados frente al Regent’s Park, uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad, valorado en más de 250 millones de euros.
En París, epicentro del lujo a nivel mundial, la exjequesa y su familia también han realizado inversiones desorbitadas. En 2007 compraron al barón Guy de Rothschild (98) el hôtel particulier (mansiones privadas parisinas) Lambert por 110 millones de euros, considerado uno de los edificios históricos más importantes de la capital. Entre sus paredes, Voltaire se citaba con su amante la marquesa de Châtelet; Honoré de Balzac se inspiró para algunas de sus obras; Chopin y Georges Sand deleitaban con su arte a los invitados y en 1969 el barón de Redé celebró el Bal Oriental, uno de los eventos más importantes del siglo XX al que acudieron Dalí (84), Brigitte Bardot (84), Jacqueline de Ribes (89) o Margarita de Dinamarca (78); el fondo inmobiliario de la familia catarí también posee los cinco estrellas Royal Monceau, Hotel du Louvre y el Hyatt Regency Paris-Étoile. En Cannes son dueños del célebre hotel Martínez, epicentro del Festival de Cine de Cannes, en cuyo solar se erigió la villa Marie Thérèse, propiedad de los abuelos de la condesa de Barcelona, abuela de Felipe VI (50). Al otro lado del Atlántico, la dinastía Al-Thani posee ni más ni menos que el emblemático Empire State Building de Nueva York, amén de otros lujosos apartamentos en Manhattan de los que se desconocen más detalles.
Y, como Mozah bint Nasser al-Missned es adicta a la moda, qué mejor que ser la dueña de algunas de las mejores marcas del mundo. A través del conglomerado Mayhoola for Investments (MFI), en 2012 compró por 700 millones de euros la firma Valentino; cuatro años más tarde adquirió por unos 500 millones de euros Balmain; ese mismo año se hizo con todas las acciones de Forall Confezioni, que posee la línea masculina Pal Zileri; posee un 1% del conglomerado LVMH, que comprende a grandes marcas como Louis Vuitton, Loewe, Givenchy, Marc Jacobs, Chaumet, Bulgari, Hublot, Chandon o Dom Pérignom y casi el 10% de las acciones de la joyería Tiffany & Co., que Audrey Hepburn (63) inmortalizó en el séptimo arte. En España, otra empresa catarí cercana a la exjequesa, la HBJ, se ha convertido en el tercer accionista de El Corte Inglés al controlar un 12,2% del capital.
La familia real catarí también posee importantes porcentajes en otras empresas como Porsche, Credit Suisse o Paris Saint Germain; es dueña del emporio mediático Al Jazeera y de la compañía aerea Qatar Airways; compró la embajada americana en Londres y, entre sus innumerables obras de arte, se encuentran ‹Los jugadores de cartas› de Cézanne (185,1 millones de euros); Three Studies of Lucien Freud de Francis Bacon (105,5 millones de euros) o Lullabay Spring de Damien Hirst (14,3 millones de euros).
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