Letizia (46 años) nos castiga. Cuando nos pasamos de la raya se enfada y nos regala un look aburrido y soso para que comentemos. El outfit de este martes es consecuencia de los muchos comentarios sobre su ropa interior que suscitó el del lunes, aunque parece una teoría conspirativa absurda, las que nos dedicamos a esto lo tenemos comprobado. Parece que nos dice: "¿Queréis comentar? Pues a ver qué le sacáis a esta sosada".
Letizia ha presidido el Día de Internet Segura, que en España organiza la Secretaría de Estado para el Avance Digital, con el objetivo de promover el uso seguro de las tecnologías digitales, especialmente entre niños y jóvenes.
Para un asunto como este, tan serio, la Reina ha sacado de su armario uno de sus disfraces de working girl, todo el look a juego con el acto, azul oscuro y bastante aburrido.
Se trata de un sastre de Hugo Boss en color azul con fondo brillante que estrenó hace más de tres años en la Inauguración del Curso Escolar en Palencia. Entonces, solo llevó el pantalón con una blazer blanca, y este martes ha estrenado la chaqueta a juego.
Debajo de la chaqueta ha llevado un jersey finito, también de la marca alemana, en tono azul claro. Esta vez sin ningún tipo de transparencia, para que no vuelva a pasar lo del lunes. Tiene muchos de estos jerseicitos que se pone debajo de cosas, algo tan de moda en los años 90…
Como calzado, la Reina ha sacado de su armario unos salones de Magrit realizados en piel azul con la puntera marcada y de 8 centímetros de tacón. Este es uno de los modelos que la firma española le hace en exclusiva a Letizia, le resultan súper cómodos y se los encarga en todos los colores posibles.
Lo mejor del 'outfit castigo' de este martes han sido los pendientes. No son nuevos, pero hacía muchísimos años que no se los ponía. Son una pieza que estrenó en el año 2006, realizados en oro blanco y diamantes, con una pequeña estrella de nieve en el centro. Una preciosidad.
De hecho, cuando buscamos la imagen de la Reina la última vez que se los puso, nos sorprende cómo ha pasado el tiempo. Fue en la recepción en el Palacio Real con motivo de la entrega del Premio Cervantes en 2009. ¡Cómo hemos cambiado!
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