Toda visita de Estado tiene su cena de gala, y la de los reyes Felipe VI (51 años) y Letizia (46) a Marruecos no iba a ser menos. A las 20:30 horas de este miércoles en el país vecino, el jefe del Estado y la Reina hacían su entrada en el Palacio Real de Rabat para disfrutar de un banquete ofrecido por Mohamed VI (55) en su honor.
Mientras que para el viaje la Reina ha elegido un vestido soso y discreto, para la cita de la noche ha querido darlo todo. Tanto es así, que Letizia se ha vestido de novia y el traje que ha elegido será probablemente uno de los modelos que más pedirán las novias para sus bodas esta primavera-verano. El caso es que el diseño era muy acorde con el escenario, ya que tenía un toque del lejano oriente al componerse de un vestido y una túnica por encima.
Se trata de un diseño de Felipe Varela, al que siempre vuelve cuando necesita sentirse segura y deslumbrar. El vestido está realizado en seda salvaje blanca en tirantes, por encima llevaba un 'abaya' (palabra de origen árabe) para denominar este tipo de túnicas. Esta especie de capa iba bordada en pedrería y perlas.
Como joyas Letizia ha lucido los pendientes de chatones del joyero de pasar, esas dos maravillas que la infanta Cristina (53) lució el día de su boda con Iñaki Urdangarin (51) y a los que parece que la esposa de Felipe VI se está aficionando -cosa que no me extraña, yo dormiría con ellos-. La cena no era una de gala, -protocolariamente hablando-, por eso la Reina no llevaba tiara ni las condecoraciones que suele llevar cuando el evento es de ese tipo. Lo mismo que el rey Felipe, que iba con un sencillo traje de chaqueta y corbata.
En la mano, Letizia llevaba un bolso estilo clutch también del modisto madrileño con pedrería y unos flecos. No es nuevo, lo estrenó en la boda de Nicolás de Grecia (49) con Tatiana Blatnik (38) en agosto de 2010; en aquellas épocas felices antes del Caso Nóos cuando la entonces Princesa de Asturias se llevaba bien hasta con los exduques de Palma.
En los pies, unas sandalias de tiras plateadas y cobre con una buena plataforma de Magrit. Las ha lucido muchas veces y en distintos colores, pero esta vez, aunque no me apasionan, pegaban mucho con el resto del look.
En cuanto a la parte beauty, se observa que la reina Letizia ha hecho muy bien los deberes en lo que respecta a la alimentación, el ejercicio físico y los cuidados de la piel. Ha optado por un discreto maquillaje que, junto con lo anteriormente mencionado, le aporta un espléndido brillo en el rostro y le resalta sus ojos verdes. Respecto a su peinado, la soberana se ha decantado por un sencillo moño bajo tipo 'nido' con raya al lado.
Lo cierto es que Letizia ha elegido vestir de novia para su primera noche en Rabat. Veremos este jueves, que continúa en suelo marroquí, si seguimos dándole el 'sí, quiero'.
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