En su viaje a Marruecos, la duquesa de Sussex no ha querido perder la oportunidad de hacerse uno de los populares tatuajes de henna -una tradición árabe muy presente en estos días-. Aún así, y pese a lo relajado del ambiente en su acto de mañana, quiso lucir alta joyería. La esposa de Harry de Inglaterra no se separa de su anillo de compromiso, una joya espectacular, además de histórica. Para los Windsor posee un alto valor sentimental, pues combina la creatividad de Harry -lo diseñó él mismo- pero con diamantes que pertenecieron a Lady Diana de Gales. Una piedra preciosa que algunos se atreven a cifrar en más de 200.000 euros.