La reina Isabel II de Inglaterra no se ha desprendido de ninguna de las piezas de su protocolario atuendo, ni antes, ni durante, ni después del solemne acto. La soberana ha lucido la capa de terciopelo y armiño azul oscuro con sombrero al estilo Tudor y sobre su hombro izquierda, la estrella de la Orden de la Jarretera, siendo ella, la soberana de todos los británicos, la única persona en el mundo en poder lucirla.