La infanta Elena (55 años) ha acudido este martes al hospital Quirón Salud de Madrid para visitar a su padre, el rey Juan Carlos (81), quien se recupera del triple bypass aortocoronario que se le practicó el pasado sábado.
Acompañada de sus hijos, Victoria Federica (18) y Froilán (21), Elena ha dicho a los periodistas que se encuentran a la entrada del centro sanitario que no sabía cómo se encontraba el rey emérito.
Su llegada se ha producido poco después de que entrara la reina Sofía (80), quien fue recibida por la gerente territorial de los hospitales Quirón, Lucía Alonso, que es la encargada de leer todos los días el parte médico sobre el estado de salud de Juan Carlos.
Lucía Alonso, la encargada de leer este martes el nuevo parte médico, ha informado que el rey "se encuentra en planta de hospitalización". Su evolución "sigue siendo satisfactoria", añade el informe.
Las visitas al rey
Este lunes, el rey Juan Carlos también ha recibido la visita de la infanta Cristina y de sus tres hijos, Juan Valentín (18), Miguel (17) e Irene (14). A su entrada no hicieron declaraciones a los periodistas que se encuentran en la entrada del centro sanitario. Sin embargo, a la salida del hospital la infanta ha respondido a las cuestiones de la prensa con un escueto "muy bien, gracias".
El domingo, las primeras visitas por la mañana eran las de Sofía acompañada por su hermana, Irene de Grecia, su prima Tatiana Radziwill y el marido de ésta, el cardiólogo Jean Henri Fruchaud.
Ya entrada la tarde, el rey Felipe y la reina Letizia (46) se presentaban en el hospital para ver la evolución del monarca emérito. Los reyes estuvieron algo más de hora y media en el centro hospitalario y, a su salida, el monarca comentó a la prensa que Juan Carlos va "evolucionando muy bien".
Por su parte, la reina declaraba: "Le he visto muy valiente, la verdad". Ha añadido que han hablado con él y que la noche la había pasado bien, ha dormido muy tranquilo. Felipe ha corroborado las palabras de Sofía en las que previamente, al abandonar también el hospital, había asegurado que Juan Carlos está ya bromeando.
Al rey emérito se le ha practicado una cirugía a corazón abierto denominada revascularización coronaria mediante triple bypass, que comparte objetivo con lo que se pensaba inicialmente: la colocación de un stent -una especie de andamiaje metálico-mediante un cateterismo. Ambas intervenciones pretenden evitar que la aterosclerosis que sufre el monarca -una acumulación de sustancias en la pared de las arterias- derive en una interrupción del flujo sanguíneo cuya consecuencia más grave sería un infarto de miocardio.
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