Letizia (47 años) y Felipe VI (51) han aprovechado la primera jornada de su visita de Estado a La Habana para comer en uno de los típicos paladares (restaurantes familiares privados) cubanos y degustar, entre otros platos, lechón y pollo asado.
Los Reyes han recorrido de forma imprevista las calles de La Habana Vieja al mediodía de este martes, y posteriormente se han trasladado a uno de los paladares de la zona que regenta el chef Iván Justo.
Su propietario ha publicado en las redes sociales varias fotografías del paso de los Reyes por su local en las que han posado tanto con él como con sus trabajadores. "Reyes de España en nuestro restaurante, un honor para nosotros, ¡¡Graciasss!! ¡¡Almuerzo Real!!".
Uno de ellos ha informado a EFE de que compartieron un menú que incluía, además de lechón y pollo asado, ajiaco cubano (una sopa típica que entre sus ingredientes tiene maíz, yuca y boniato) y ensalada de cangrejo.
Esta misma fuente ha asegurado que en todo momento se han mostrado muy cercanos y ha subrayado que si tuviera que utilizar un adjetivo para calificar a los Reyes sería el de "bellas personas".
Un paseo sorpresa para los cubanos
La reina Letizia y el rey Felipe emprendieron un paseo por las calles de La Habana Vieja este martes para sorpresa de los transeúntes. Se suponía que este miércoles conocerían los lugares más emblemáticos del centro de La Habana acompañados por autoridades locales. Pero, tras finalizar los actos de sus agendas matinales paralelas del martes (el rey se reunió con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, cuya esposa acompañó a la reina en una visita a una escuela taller), se han citado en un punto de la ciudad y, cogidos de la mano, han llegado a la plaza de la Catedral.
Una visita improvisada que ha motivado una gran expectación tanto entre los turistas, algunos de ellos españoles que en esos momentos se encontraban en la plaza, como entre los cubanos que han lanzado algunos 'vivas' al rey y a la reina.
Posteriormente, la monarca ha explorado las calles del Centro Histórico de La Habana acompañada por la esposa del presidente cubano, Lis Cuesta, con quien ya coincidió horas antes en el Palacio de la Revolución durante el recibimiento oficial del mandatario Miguel Díaz-Canel al rey. Un paseo que ha generado un gran interés entre los cubanos, que han saludado y han aplaudido en algunos momentos el breve recorrido de los Reyes.
Cuesta, que oficialmente trabaja en una agencia estatal de turismo cultural, no recibe el título de primera dama cubana (visto en la isla comunista como un remanente burgués), ni cumple agenda en solitario durante los viajes internacionales de su marido y su papel se limita a acompañar a las esposas de los dignatarios visitantes.
Bajo un protocolo más relajado, ambas se cambiaron el atuendo de la ceremonia oficial. Letizia optó para el paseo por un sencillo vestido color marfil, y Cuesta, por un modelo hasta el tobillo con motivos de flores azules y manga larga, combinados en los dos casos con sandalias de esparto de estilo español.
La reina recorrió un pequeño tramo de la calle Oficios, entre las más antiguas de la villa, que en unos días cumplirá 500 años, y ha hecho una pequeña parada en la escuela taller de oficios Gaspar Melchor de Jovellanos, fundada en 1992 con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
[Más información: El plácido paseo del Rey en guayabera con Letizia por La Habana mientras en España crece la preocupación]