El príncipe Harry (35 años) y su esposa Meghan Markle (38) ya no serán miembros activos de la familia real de Gran Bretaña y no usarán sus títulos de "alteza real" tras anunciar su deseo de ser "más independientes", según ha comunicado este sábado el Palacio de Buckingham.
El anuncio de un acuerdo dentro de la Familia Real del Reino Unido llega después de que la semana pasada los duques de Sussex comunicaran su deseo de dejar la primera línea de la monarquía para pasar a ser económicamente autónomos y vivir parte del año en Norteamérica.
En un inusual comunicado personal, la reina Isabel II (93), abuela de Enrique y jefa del Estado, afirma que, tras intensas conversaciones, se ha llegado a una solución "constructiva" que apoya los deseos de su nieto y la familia de éste. "Harry, Meghan y Archie (hijo de la pareja) siempre serán miembros muy queridos de mi familia".
La monarca reconoce "los desafíos que han experimentado como resultado del intenso escrutinio en los últimos dos años" y apoya "su deseo de una vida más independiente".
Isabel II, de 93 años, agradece a la pareja su "dedicación" en el trabajo de representación de la monarquía en el Reino Unido y otros países, y dice estar "particularmente orgullosa de lo rápido que Meghan se ha convertido en una más de la familia". "Es la esperanza de toda mi familia que el acuerdo de hoy les permita construir una nueva vida feliz y tranquila", declara.
Agradecimiento de los duques
En otro comunicado, el Palacio explica que los duques se sienten "agradecidos" a Su Majestad y el resto de la familia real por su "constante apoyo" en esta nueva etapa de su vida.
El acuerdo suscrito, que se aplicará a partir de la próxima primavera, significa que Enrique y Meghan "se apartarán de los compromisos reales, lo que incluye actos militares", por lo que "dejarán de recibir fondos públicos para compromisos reales", se explica en la nota.
Con el beneplácito de la Reina, están autorizados a mantener el patrocinio a nivel privado de distintas organizaciones que respaldan y, aunque no pueden representar formalmente a la soberana, la pareja "ha dejado claro" que todo lo que hagan respetará sus valores.
Dejarán de usar los títulos de Sus Majestades "dado que ya no son miembros en activo de la Familia Real", dice la nota de Palacio, que no precisa cuáles son los arreglos de seguridad de la pareja.
El comunicado señala que el príncipe y la exactriz estadounidense han expresado su deseo de devolver los fondos públicos de la llamada "Sovereign Grant" o subvención soberana utilizados para reformar su mansión de Frogmore Cottage, en los terrenos del castillo del Windsor (afueras de Londres), que seguirá siendo su casa cuando estén en el Reino Unido.
Enrique y Meghan causaron un gran revuelo cuando hace unos días comunicaron en su nueva página web sin previo aviso que deseaban distanciarse de las tareas reales para poder ser económicamente independientes y pasar parte de su tiempo en Norteamérica (previsiblemente Canadá, donde ella ya residió y donde se encuentra ahora).
El sexto en la línea de sucesión al trono y su esposa han patentado una marca, Sussexroyal, de la que aún se desconoce si, dado su nuevo estatus ajeno a la monarquía, podrá ser utilizada.
Comunicado íntegro de la Reina
Este es el texto íntegro de la reina Isabel II, publicado por Palacio:
"Después de muchos meses de conversaciones y discusiones más recientes, me complace que juntos hayamos encontrado un camino constructivo y de apoyo para mi nieto y su familia. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de mi familia. Reconozco los desafíos que han experimentado como resultado del intenso escrutinio en los últimos dos años y apoyo su deseo de una vida más independiente.
Quiero agradecerles todo su trabajo dedicado a este país, la Commonwealth y más allá, estoy particularmente orgullosa de cómo Meghan se ha convertido tan rápidamente en una más de la familia. Es la esperanza de toda mi familia que el acuerdo de hoy les permita comenzar a construir una nueva vida feliz y pacífica".
[Más información: La impresionante mansión de 24 millones en la que Harry y Meghan se plantean vivir]