La recepción al Cuerpo Diplomático es uno de los actos más bonitos que los Reyes tienen en su agenda. Lo primero es que se celebra en el Palacio Real, en el Salón del Trono, donde siempre tienen lugar las grandes ceremonias. Allí los Monarcas van recibiendo a todos los mandatarios extranjeros que como cónsules o embajadores viven en España.
El protocolo en este caso es muy rígido y formal: mujer largo y hombres chaqué. Los invitados siempre suelen lucir los trajes de gala de cada uno de sus países de origen, por lo que queda una ceremonia muy vistosa y curioso.
Letizia (47 años) ha querido cumplir con la etiqueta y se ha portado bien, sin cosas raras ni excentricidades.
La Reina ha sacado del armario de palacio un vestido de Felipe Varela, que estrenó en la Pascua Militar de hace dos años, en terciopelo a 'contracorriente' en tono azul. El diseño es muy al estilo del creador madrileño, que desde hace algún tiempo ha dejado de ser el favorito en el armario de Zarzuela pero que para los momentos importantes sigue siendo quién viste a la Reina.
El vestido tiene hombreras, cuello bebé, las mangas están ligeramente abullonadas y terminan en un curioso drapeado que marca sus pequeñas muñecas (ya sabéis que uso este término cuando no sé ni qué decir al respecto), un buen cinturón que ciña más de lo que cualquier mujer podría soportar, botones joya en la parte del pecho y, como remate, tiene unas flores bordadas en el bajo. Vamos, un Varela cien por cien.
Aunque el diseñador español tiene muchas y fieles seguidoras, nosotras no estamos en esa liga porque aunque ha tenido creaciones increíbles que Letizia ha lucido en momentos claves, lo cierto es que nosotras somos del club de 'lo menos es más' y Varela es todo lo contrario, él es del 'mucho, mucho, mucho y más'.
Ante semejante vestido lleno de detalles, la Reina ha tenido que rebajar el nivel en el tema de los accesorios tirando hacia lo sencillo. Como joyas ha elegido los pendientes de Bvlgari con la aguamarina en forma de lágrima que nos apasionan y que cada vez que se los vemos nos dan ganas de vender todo lo que tenemos y copiárselos (aunque en nuestro caso tampoco nos llegaría). Por supuesto no faltaba el anillo de Karem Hallam.
Lo que más nos ha gustado del look de hoy ha sido el peinado: un moño superfavorecedor despeinado que le quedaba francamente bien.
Esta semana estamos hasta estresados, no vaya a decir alguien que la Reina no trabaja, y mañana volveremos a verla, esta vez en Jaén con el Rey.
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