La insólita decisión del rey Juan Carlos (82 años) de irse a vivir fuera de España no va a suponer ningún cambio en la situación laboral, familiar o personal de la reina Sofía (81). La madre del rey Felipe VI (52) va a mantener su residencia oficial en el palacio de la Zarzuela y va a proseguir con su actividad institucional, como venía haciendo desde el relevo en el trono hace ya algo más de seis años. La decisión del anterior monarca de retirarse de la esfera pública en junio del pasado año tampoco afectó a Sofía, ni a su agenda oficial.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la reina emérita lleva 15 días disfrutando de sus tradicionales vacaciones de verano en su residencia estival, el palacio de Marivent de Palma de Mallorca. Y junto a ella, dos de sus pilares más importantes: su primogénita, la infanta Elena (56), y su hermana, la princesa Irene de Grecia (78).
Su hermana pequeña es su gran apoyo moral desde hace años -se entiende que ahora más que nunca- y suele acompañarla a diferentes actos públicos, además de residir con ella en Zarzuela parte del año. Con la princesa Irene viajó, por ejemplo, a Atenas a principios de febrero para asistir a la presentación de los diarios de su madre, la reina Federica, junto con su otro hermano, Constantino de Grecia (80).
La reina Sofía, por quien el pueblo español guarda una especial admiración por su labor meritocrática, su siempre posición discreta, correcta y ejemplar, ha quedado al margen de la controversia que mancha a su marido y que lo ha llevado a tomar la decisión de abandonar España hasta el final de sus días. No existe ninguna relación entre Sofía y los presuntos negocios oscuros en los que pudo participar el rey emérito. En su parcela más íntima, la emérita se enfrenta a la separación física definitiva de la persona con quien se casó hace 58 años y las preguntas brotan sin control. Por ejemplo: ¿volverá a haber una foto de los reyes eméritos juntos?
En cualquiera de los casos, poco cambiaría. Juan Carlos y Sofía llevan distanciados en el plano sentimental desde hace años, voces expertas hablan de décadas. Si bien han mantenido su residencia común en Zarzuela al ser miembros principales de la Familia Real tras la abdicación del Rey en junio de 2014.
Antes de la retirada pública de Juan Carlos hace un año, Sofía protagonizó algunos actos con él que llegaron a interpretarse como una reconciliación del matrimonio. Entre estos encuentros hubo algunos eventos con amigos, como cuando fueron a la boda del tenista Rafa Nadal (34) en Mallorca en octubre de 2019 o a su academia en la isla unos meses antes. No obstante, este acercamiento no tuvo continuidad.
En una entrevista exclusiva con JALEOS y en relación a esta aproximación de la pareja real, Jaime Peñafiel (88) apuntaba lo siguiente: "Sin buscarlo, el rey Juan Carlos ha tenido mucho éxito con las mujeres, de toda la vida. Sofía ha seguido enamorada a través de los daños, las infidelidades y el desamor... Doña Sofía no ha exteriorizando nunca sus sentimientos ni sus sufrimientos. Y las ofensas de don Juan Carlos han sido públicas. Jamás nadie ha visto nunca sufrir a la reina Sofía. Nadie le ha visto un mal modo. Tiene un gran dominio sobre sí misma. Con el General Sabino, y en una reunión con don Juan Carlos, hubo una discusión enorme y se habló de divorcio, pero ella pensó que no era posible".
El adiós de Juan Carlos y la postura de Sofía
El rey Juan Carlos se ha instalado en República Dominicana, según algunos medios -según otros, en Estoril-, y la reina Sofía sale indemne de esta histórica e inesperada determinación de su esposo, padre de sus tres hijos y abuelo de sus ocho nietos. Sofía de Grecia permanecerá junto a su hijo, el rey Felipe, para quien siempre ha representado una referencia. Así lo ha reconocido en público en varias ocasiones el jefe del Estado. La última fue en diciembre de 2018, en el homenaje por el 40 aniversario de la Constitución, cuando ensalzó "el apoyo permanente y comprometido" de su madre un mes después de cumplir 80 años.
En mayo de 2017, también le expresó su "reconocimiento y admiración" por "el gran ejemplo" que ella suponía y por la "humanidad y compromiso" demostrados en favor de los más desfavorecidos. Debido a la pandemia, Sofía ha visto recortada su agenda en lo que va de año, en el que sólo ha tenido media docena de actos oficiales, entre ellos, la veneración del Cristo de Medinaceli y el concierto de las víctimas del Holocausto, todos ellos protagonizados antes del estado de alarma.
Desde entonces, sólo se la ha visto dos veces, en sendas reuniones del patronato de la Fundación Reina Sofía en Zarzuela, fuera del programa institucional, rodeada de sus colaboradores más cercanos y protegida con mascarilla. El primer encuentro tuvo lugar el 3 de junio y el último, el 14 de julio, en plena tormenta por las noticias publicadas sobre Juan Carlos.
Desde la abdicación, el papel de Sofía ha menguado, aunque, además de su actividad institucional ha seguido mostrando su lado más solidario, apoyando iniciativas como la del combate contra los residuos plásticos en el mar.
Su momento público más delicado lo vivió en abril de 2018 en la catedral de Palma, cuando protagonizó un desencuentro ante los ojos de todos con su nuera, la reina Letizia (47) al querer fotografiarse con sus nietas, la princesa Leonor (14) y la infanta Sofía (13).
Desde entonces, y paulatinamente, ha tenido lugar un proceso muy estudiado de rehabilitación de la imagen ejemplar de la Familia Real que volverá a verse en los próximos días en Palma cuando vayan juntas al mercado, a algún pequeño municipio insular o a cenar al exclusivo restaurante Ola de Mar. Esta vez, eso sí, sin la figura física del rey Juan Carlos que ya se encuentra fuera de España, el país donde reinó durante casi cuatro décadas.
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