Las elucubraciones se mantienen más activas que nunca ante el misterio del paradero del rey Juan Carlos (82) tres días después de anunciar su salida de España. La pregunta que ronda por la cabeza de todos en estos momentos y desde el pasado lunes 3 de agosto es clara: ¿dónde está el rey emérito? Portugal, República Dominicana... Los destinos hacia los que se apunta como lugares en los que podría estar ahora mismo el exjefe del Estado no cesan. Ninguna de esas informaciones es oficial.
A esos países habría que añadir un nuevo escenario: Ginebra. Algunos rumores sitúan al emérito en esta ciudad suiza ubicada en la punta sur del extenso lago Lemán. Una ciudad con la que el padre de Felipe VI (52) tiene una estrecha vinculación personal, pues es ahí donde vive su hija, la infanta Cristina (55), junto a dos de sus vástagos, Miguel (18) e Irene Urdangarin (15). En los últimos meses, a ellos se han unido Pablo Nicolás (19), jugador del Nantes de balonmano, al haberse suspendido la liga en Francia; y Juan Valentín (20), el primogénito, estudiante en una universidad británica, que ha parado sus clases.
En el mes de junio se conocía la noticia de que la infanta Cristina decidía abandonar su impresionante apartamento del número 12 de la Rue des Granges, en el casco antiguo de Ginebra, para poner rumbo a una casa más alejada del centro de la ciudad y donde conseguir no ser objetivo diario de la prensa. Hasta la fecha, se desconoce dónde residen la infanta y sus hijos por lo que Juan Carlos podría ver también ahí un refugio donde permanecer alejado del tsunami mediático.
Otro comentario generalizado y que cobra cada vez más fuerza es que la Casa del Rey puede emitir entre el jueves por la tarde y el viernes por la mañana un comunicado en el que, por fin, se informe de dónde está el rey Juan Carlos. La abrupta salida del emérito de nuestras fronteras ha provocado un impresionante debate político en el que se ha llegado a arrojar la palabra "secretismo" e incluso ha causado una postura de opiniones enfrentadas dentro del propio Gobierno.
Mientras que el presidente, Pedro Sánchez (48), habla de que "no se debe juzgar a instituciones sino a personas", eximiendo en todo momento a Felipe VI, el presidente del grupo de Unidas Podemos y los comunes en el Congreso, Jaume Asens (48), ha asegurado que pedirán la comparecencia del Rey en el Congreso.
"En una monarquía parlamentaria es esencial que el Rey comparezca ante las Cortes Generales, sede de la soberanía nacional, para rendir cuentas y dar explicaciones, igual que lo hace el defensor del Pueblo o el fiscal general del Estado. A la ciudadanía le parece una tomadura de pelo esa carta -la del rey Juan Carlos a su hijo comunicándole su decisión de marcharse de España- y está esperando que Felipe VI informe del paradero y las condiciones de vida de su padre y de las razones de su salida del país", ha declarado en RNE.
Tampoco es Ginebra una ciudad que traiga demasiado buenos recuerdos al monarca y su familia como para elegirlo como destino donde instalarse, ni siquiera temporalmente. Suiza es el país donde se abrieron las cuentas opacas en las que, presuntamente, el rey emérito Juan Carlos cobró comisiones por las obras del AVE a la Meca, las mismas que lo han llevado hasta esta insólita circunstancia.
También es la ciudad de los disgustos para su hija mediana, Cristina, que se mudó allí cuando estalló el escándalo de Nóos, el caso de corrupción que la sentó en el banquillo de los acusados y que llevó a su marido y padre de sus cuatro hijos, Iñaki Urdangarin (52), hasta la cárcel de Brieva. Todavía hoy, el exduque de Palma cumple allí una pena de cinco años y diez meses de prisión por varios delitos económicos.
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