La infanta Sofía (13 años) ha aparecido este lunes en Baleares acompañando a sus padres y su hermana y ayudada por una muleta debido a un golpe en una rodilla, por el que le han tenido que dar cinco puntos de sutura.
La hija menor de Felipe VI (52) y la reina Letizia (47) ha acudido junto a ellos y la princesa Leonor (14) a la localidad mallorquina de Petra para visitar varios lugares emblemáticos en la vida del santo franciscano fray Junípero Serra, entre ellos su casa natal.
Los cuatro miembros de la familia real han accedido a este lugar tras recorrer unos doscientos metros de la calle en los que se ha podido ver cómo la infanta Sofía se ayudaba de una muleta que llevaba en su mano izquierda y tenía vendada la rodilla derecha. En algunos momentos ha sido también ayudada por su hermana para caminar.
Zarzuela ha informado de que fue este domingo cundo sufrió el golpe que obligó a darle los cinco puntos de sutura, aunque sin ofrecer más detalles. Los reyes y sus hijas llegaron el pasado viernes a Palma y desde el aeropuerto se trasladaron al Palacio de Marivent sin que se les hubiera visto desde entonces.
Por tanto, el acto de Petra, en el que han estado acompañados por la presidenta de Baleares, Francina Armengol (48), y la ministra de Educación, Isabel Celáa (71), es la primera actividad en la que aparecen juntos los reyes y sus hijas con motivo de su estancia en Palma y que se prolongará hasta el 18 de agosto. Esta mañana, el rey recibió en el Palacio de la Almudaina a varias autoridades autonómicas y locales, entre ellas, Armengol.
El verano más difícil de Felipe VI
Los reyes y sus hijas llegaron este viernes a última hora a la ciudad de Palma de Mallorca para iniciar su habitual estancia de verano en el Palacio de Marivent, que este año se prolongará hasta el próximo 18 de agosto. Son 12 el número de días que tienen previstos para recorrer las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza y conocer así cómo les está afectando la pandemia de coronavirus a los diversos sectores de Baleares. Un gesto que llega en un momento complicado tras la salida del país del Emérito.
El escándalo que ha supuesto la marcha de Juan Carlos I (82), unido a las precauciones que están tomando a consecuencia de la pandemia, ha propiciado que en esta visita a Palma los reyes hayan determinado no mantener tanto contacto directo con el pueblo balear y con la prensa que se agolpa allá donde van. Una postura que denota la tensión con la que viven estos difíciles momentos.
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