Qué suerte empezar una semana en martes. Desde luego, a nosotros nos encantaría. La reina Letizia (48 años) ha tenido su primer acto en la tarde de este martes acompañando al rey Felipe VI (52) en la reunión anual del Patronato del Instituto Cervantes. Y aunque hemos comenzado un mes nuevo seguimos en la misma tónica de septiembre: sosez y aburrimiento.
La Reina ha ido sobre seguro, debe ser su nueva norma de estilo, y no ha querido arriesgar lo más mínimo apostando por un outfit basado en la primera norma de la elegancia de la moda: el black&White. Toda persona que sabe un poco de esto es consciente que perder una batalla de estilo combinando estos dos colores es casi imposible. Y esta tarde Letizia ha vencido. Elegante sí, aburrida también.
Lo mejor de todo el look no es la falda, que estrenó en 2015, como vais a pensar todos que íbamos a decir. Sin duda, el must de todo el atuendo de hoy es la blusa. Es una preciosidad. Firmada por Hugo Boss se la vimos por primera vez en la recepción que los Reyes hicieron en el Palacio Real a todos los participantes de la Cumbre del Cambio Climático que tuvo lugar en Madrid en diciembre.
La verdad, todo lo que fue antes de la Covid-19 nos parece que fue hace una eternidad. Entonces, sin mascarillas ni distancias, pudimos ver la prenda en todo su esplendor. Se trata de una camisa de seda con cuello redondo en ojo de cerradura y ligero fruncido hacia los costados. No lleva mangas y sí unas ligeras hombreras que la hacen ser tendencia total este otoño.
La blusa desaparece dentro de una falda de talle alto y efecto fit, que potencia su cintura de avispa que tanto le apasiona. Se trata de un diseño de la misma firma que la camisa que tienes desde hace varias temporadas en su vestidor. El toque final lo han dado los complementos, con una cartera negra con una gran raya blanca en medio y unos altísimos salones (ahora sí que parece ella, y no en mocasines como el otro día) a juego. Ambos firmados por Magrit y también rescatados de su armario de Zarzuela, que debe tener un tamaño mayor que muchas de nuestras casas.
Lo peor de todo el look ha sido el pelo. La melena tan larga y oscura no termina de convencernos, a no ser que tenga la intención de ser recogida, pero parece que ahora a Letizia le gusta llevarla suelta. Por supuesto poco tenemos que decir de las joyas, el anillo de Karem Hallam y unos pendientes más que discretos. Esperemos que pase esta maldita pandemia, volvamos todos a vivir y volvamos a ver joyas de verdad y no bisuteria.
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