El rey Harald de Noruega (83 años) ha pasado por quirófano este viernes a primera hora. La intervención ha consistido en un cambio de válvula en el corazón, que se le instaló por primera vez en el año 2005. Para tal proceso quirúrgico, el monarca ingresaba este jueves en el Hospital del Reino de Oslo, donde aún permanece.
"Las válvulas de ese tipo tienen una vida de diez a quince años, por eso no es inusual que se tengan que repetir este tipo de operaciones después de un tiempo", se podía leer en el comunicado previo a la operación del Rey. "Su majestad ha pasado controles rutinarios y los exámenes que hemos hecho últimamente muestran que era necesaria esta operación para mejorar su respiración", declaró su médico personal, Bjørn Bendz, según recoge el escrito.
Horas después, tal y como han informado fuentes de la Casa Real noruega, la operación ha sido un éxito. En la intervención se ha usado anestesia local, por lo que Harald ha mantenido el conocimiento en todo momento ya que no se trataba de una intervención a corazón abierto, sino a través de la ingle.
El doctor Bjorn Bendz junto a su equipo del Servicio de Cardiología del hospital han sido los encargados de realizar la sustitución de la válvula aórtica. La operación ha constado de varias fases: primero, se le ha tenido que instalar un marcapasos temporal y después se insertó una nueva válvula cardíaca biológica a través de una arteria inguinal que pasó al interior de la válvula antigua.
Çon este cambio se espera que mejore su calidad de vida, ya que en este último año ha tenido que ingresar en el hospital en tres ocasiones y permanecer bajo atención médica constante debido a las dolencias agudas que ha sufrido en sus sistema respiratorio.
Tras la operación, el estado del monarca "es bueno", pero permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para controlar su estado de salud durante las próximas horas.
Debido a este revés y su necesaria recuperación, está previsto que el rey Harald de Noruega esté de baja durante todo el mes de octubre. Durante este periodo será el príncipe heredero Haakon (47) el que desempeñe las funciones de regente.
Tres hospitalizaciones en 10 meses
El pasado 25 de septiembre, el rey Harald mantuvo su agenda con total normalidad. Asistió al fin de temporada de navegación del yate real, Royal Norwegian Ship, en Oslo. Se despidió de toda la tripulación y les agradeció por su trabajo, junto a la reina Sonia (81) y su hijo Haakon. Un acto en el que no se mostró afectado por su salud, pero sí lo hizo pocas horas después.
El monarca, según contaron los medios noruegos, se empezó a encontrar mal cuando ya estaba en su residencia de verano, al este de Oslo, hasta donde llegaron dos ambulancias. Finalmente, estas salieron junto a dos coches oficiales para dirigirse al hospital.
Pero ya en enero su salud también se vio afectada. El Rey sufrió unos mareos -desencadenados por una alteración del equilibrio- que le obligaron a permanecer bajo observación, pese a no haber registrado gravedad alguna. Unos días antes, el monarca había tenido otro bache de salud. Entonces, pasaba por una infección vírica que le impidió continuar con su agenda. Entre otras cosas, no pudo presidir el Consejo del Reino y lo sustituyó el heredero, el príncipe Haakon.
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