Aunque es bien sabido que nuestra reina Letizia (48 años) sólo se lleva bien, hasta poder decir que son amigas, con otra royal europea, con las demás tiene en común más de lo que imaginamos. Letizia no es muy popular entre sus colegas de otras casas reales del viejo continente y con la única con la que mantiene una amistad de verdad es con la argentina que reina en Holanda, Máxima Zorreguieta (49). Con el resto es cordial y punto.
Pero hay en algo en lo que coincide en muchas ocasiones con Mary de Dinamarca (48) o Sofía de Suecia (35) y es con su amor por la firma alemana Hugo Boss. A las tres les encanta la marca germana que lucen con mucha frecuencia y por eso pasa lo que ha pasado este jueves por la mañana en el palacio de la Zarzuela: Letizia ha lucido una falda que también le hemos visto a la australiana (ya nacionalizada danesa hace muchos años) y a la princesa sueca.
Se trata de un diseño en azul celeste de largo midi y patrón lápiz con un cinturón a juego. Esta vez ha sido esta prenda pero no es la primera vez que ocurre que las tres coinciden teniendo en su armario una creación de Boss.Nuestra Reina la ha lucido este jueves para cumplir su segunda aparición pública de la semana y que será la última también.
Han sido dos audiencias en el Palacio de la Zarzuela con la Junta Directiva de la Asociación Women in Legal World y luego con las creadoras de la Cátedra para la Promoción de la Mujer en Vocaciones en la Formación Profesional para la Movilidad Sostenible.
Se trata de una prenda que no es nueva en el armario de Letizia, pues la reina la estrenó en junio del año pasado en una reunión en la Real Academia. En las dos ocasiones en la que la esta falda ha sido la protagonista del outfit de la esposa de Felipe VI (52), ha repetido la misma combinación: una blusa azul marino lisa con bolsillos en la parte delantera.
Haciendo un look monocromático en azul, pero con el contraste de dos tonos muy distintos el marino y el celeste. La verdad es que aunque es una imagen demasiado primaveral, hoy hace bastante frío en Madrid, lo cierto es que le queda como un guante y era apropiado para un par de audiencias en casa.
El resto del vestuario de la Reina para este jueves tiene poco comentario: unos salones de ante de Magrit (nos alegramos de que vuelva a los tacones, le quedan mucho mejor que los mocasines), los pendientes de Chanel con forma de estrella y el famosos y pesadísimo ya anillo de Karen Hallam.
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