El príncipe Guillermo (38 años) dio positivo por coronavirus el pasado mes de abril, pero lo mantuvo en secreto para no aumentar la preocupación de los ciudadanos sobre el virus, ha asegurado la BBC durante la noche de este pasado domingo citando a fuentes de la Corona.
La exclusiva había sido desvelada poco antes por el tabloide The Sun, que ha asegurado que el duque de Cambridge se contagió poco después de que lo hicieran el primer ministro Boris Johnson (56) y su padre, el príncipe Carlos (71). Pese a que experimentó dificultades respiratorias, el príncipe mantuvo su agenda habitual de forma telemática mientras respetaba las medidas de confinamiento.
El príncipe Guillermo, de 38 años, es el tercero en la línea sucesoria de la corona británica tras el principal heredero, su padre el príncipe Carlos, que ya tiene 71 años. La Corona británica ha rechazado realizar ningún tipo de comentario sobre las informaciones de la BCC y The Sun.
Guillermo y Harry, unidos por su madre
El 29 de enero de 2017, Guillermo y Harry de Inglaterra encargaron una estatua de su madre, la princesa Diana, con motivo del 20 aniversario de su muerte que se celebraba aquel agosto. Los propios nietos de la reina Isabel II (94) comunicaron al mundo la noticia en ese momento. Y más de tres años después ya tiene fecha de colocación.
"Ha llegado el momento de reconocer su impacto positivo" con la colocación de una escultura permanente, que podrá ser vista por el público en los jardines del palacio de Kensington, en el oeste de Londres, donde vivía Lady Di. Diana, princesa de Gales, murió el 31 de agosto de 1997 en un accidente de coche en París cuando el automóvil en el que viajaba con su pareja Dodi al Fayed era perseguido por los paparazzi. Por ese entonces, Guillermo, ahora duque de Cambridge, tenía 15 años, y Harry, duque de Sussex, 12.
"Nuestra madre tuvo un impacto en tantas vidas. Esperamos que la estatua ayude a todos los que visiten el palacio de Kensington a reflexionar sobre su vida y su legado". La reina Isabel II dio su apoyo a sus nietos para que Lady Di sea honrada de esta manera. Y al fin ese día ha llegado.
La elección del escultor fue larga y difícil. Se designó un comité de expertos de seis personas, entre ellas a la hermana de Diana, Lady Sarah McCorquodale. Pero fue finalmente Ian Rank-Broadley el elegido, quien, al parecer, tuvo que hacer algunos ajustes para que se acomodara a las expectativas de sus hijos. Y es que la estatua está íntegramente financiada por los mismos príncipes.
Será el momento en el que los hermanos, muy distanciados tras la salida de Harry y Meghan Markle (39) de la Corona británica, se unan por una causa que nunca han olvidado ni olvidarán. De hecho, cada año se involucran más en las acciones solidarias que apoyó su madre, así como a las asociaciones con las que Diana colaboró de forma activa. La princesa sigue presente en sus corazones, y cuanto más tiempo pasa, más la recuerdan y más desean alzar su legado.
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