Si la noticia del look de la Reina de esta mañana es que estrena mascarilla, mal vamos. Pues sí, tristemente esto es lo más destacable del outfit de Letizia en su primer acto en suelo nacional de toda la semana.
La esposa de Felipe VI (52 años) ha estado de viaje por Honduras visitando los proyectos que en ese país tiene la Agencia Española de Cooperación.
La Reina ha acompañado a su marido en la inauguración en la Plaza de los Sagrados Corazones de Madrid, un monumento en recuerdo y homenaje a los sanitarios fallecidos en España durante la pandemia, una iniciativa de la Organización Médica Colegial y que ha contado con la presencia de los Reyes, el Ministro de Sanidad, Salvador Illa (54) y la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (42).
Es cierto que esta mañana en la capital española hacía frío pero eso es algo que se ha de suponer un 18 de diciembre en Madrid. Por eso nos ha sorprendido ver a Letizia (48) durante todo el acto encogida como un pajarillo, congelada y comentando con todo el mundo las bajas temperaturas. Y esto se debe de que a pesar de ir tapada, porque una vez más este outfit no pasará al cuadro de los destacados, pero mal combinada.
Ese es uno de los fallos más comunes de nuestra Reina, que confunde la discreción y la austeridad con la sosería y las pocas ganas. La esposa de Felipe VI se ha decantado por un ‘look’ en azul marino en lo que tristemente lo que más llamaba la atención era la mascarilla. Por primera vez desde que comenzó la pandemia, los Reyes han dejado su mascarilla quirúrgica en casa y han lucido unas realizadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas con el escudo de España.
En cuanto a la ropa, Letizia ha sacado de su armario unos pantalones de Mango azules con raya diplomática que ha combinado con una lusa blanca. Como abrigo, solo una chaqueta con lazada de Hugo Boss, en el mismo tono y tampoco de estreno, que a pesar de tener pelo en el cuello, lo que la hace más calentita, le ha sabido a poco, poquito.
Lo que si debía tener calentitos eran los pies, ya que ha dejado los tacones en casa y ha lucido unos mocasines cerrados con suela de goma de Uterqüe, un zapato que tiene desde hace años y que teníamos la esperanza de que se había olvidado de ellos. ¡Va a ser que no!
De lo que sí se ha olvidado, pero parece que seguimos esta tendencia tan triste del 2020, son las joyas, ya que ha vuelto a ponerse unos pendientes de diamantes pequeñitos.
El caso es que si el 2020 ya nos estaba resultando absolutamente horrible no parece que los looks de la Reina vayan a subirnos el ánimo. Esperemos que en el 2021 la cosa cambie un poquito.
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