La Casa Imperial de Rusia ha anunciado que el gran duque Jorge (39), pretendiente a zarevich, se casará en octubre de 2021 con Rebecca Bettarini (35), hija del embajador italiano Roberto Bettarini. El noviazgo se hizo público en diciembre de 2020, del mismo modo que se anunciaba la conversión a la fe ortodoxa de la novia que hasta ese momento era católica. Las normas de la Casa Imperial impiden que sus miembros se unan en matrimonio con personas de otras confesiones sin perder sus derechos dinásticos. Tras el bautizo, la novia ha pasado a llamarse Victoria Romanovna.
Los futuros contrayentes se han intercambiado dos joyas tradicionales de los Romanov. Las alianzas de oro con piedras preciosas con los colores de la ensaña nacional rusa: rojo, blanco y azul. Jorge vive en Bruselas, aunque también pasa mucho tiempo en Madrid. En la capital belga, en la que empezó a residir cuando trabajó para la desaparecida política española Loyola de Palacio en el Europarlamento, tiene su propia empresa.
La Casa Imperial rusa, a pesar de estar en el exilio, siempre ha contado para sus eventos con el apoyo del resto de monarquías europeas. En especial de la española. La madre del novio, María de Rusia, es íntima amiga de los reyes eméritos y, además, tiene lazos familiares con ellos por lo que no es descartable que acudan a la boda.
Una Zarina nacida en Madrid
Actualmente, la cabeza visible de la Casa Imperial es María de Rusia (67), nacida en Madrid en 1953, donde sus padres y tíos estaban exiliados. María se convirtió en heredera al inexistente trono ruso en 1992, 75 años después de que la Revolución Rusa expulsase a los Zares del trono y asesinase a la rama principal de la familia imperial.
María de Rusia, muy unida sentimentalmente a España, vivió durante años en el centro de la capital en un edificio donde tenía vecinos como el temido Camilo Alonso Vega, ministro de la Gobernación durante la dictadora de Francisco Franco o la familia de la hoy popular escritora Carmen Posadas (67).
En 1976 se casó en la iglesia ortodoxa de Madrid con el príncipe Francisco Guillermo de Prusia (77) que, además de varios títulos y dignidades reales, es un rico hombre de negocios. Al enlace asistieron en un lugar destacado los recién entronizados reyes de España, Juan Carlos I (83) y Sofía de Gracia (82). El matrimonio se rompió legalmente en 1985, aunque tres años antes se separaron de hecho.
María de Rusia siempre ha estado muy vinculada a la Familia Real española. Su exilio en suelo español, además de los vínculos familiares, han hecho que siempre hablara en sus entrevistas de su cariño hacia los entonces reyes de España y que haya sido siempre una defensora del Rey Emérito ante las polémicas que le han rodeado en los últimos años.
María de Rusia visitó el vasto país sobre el que reclama sus derechos en 1992 el día nacional. Un año antes se había disuelto la Unión Soviética y para muchos rusos ella la representante de un pasado que había sido borrado tras más de siete décadas de régimen comunista. María llegó a quejarse después de que no se le diera un trato especial y que se le diera el mismo tratamiento que a la actriz mexicana Verónica Castro (69) que también fue invitada a los fastos nacionales debido a que la telenovela Los ricos también lloran era un éxito entre el público ruso.
Desde entonces su popularidad ha ido creciente entre los rusos que la ven como un elemento exótico de su pasado. Algo que ella y su hijo han aprovechado para intentar que la idea monárquica vaya ganando adeptos en un país que lleva más de un siglo siendo una república.
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