Tras haber sido trasladado al St Bartholomew’s Hospital, el duque de Edimburgo (99 años) se ha sometido a una exitosa operación de corazón. Así lo ha anunciado este jueves el Palacio de Buckingham a través de un comunicado que ha recogido la prensa británica.
"El duque de Edimburgo se sometió ayer a un procedimiento exitoso para una afección cardíaca preexistente en el Hospital St Bartholomew. Su Alteza Real permanecerá en el hospital para recibir tratamiento, descanso y recuperación durante varios días", han comunicado desde la Casa Real.
La intervención se ha llevado a cabo dos días después de que el marido de Isabel II (94) llegara al mencionado centro de salud para que le siguieran tratando su dolencia. Antes había estado ingresado en el hospital King Edward VII, al que llegó el pasado 16 de febrero en un vehículo privado y, de acuerdo con la prensa local, caminando sin ayuda. Entonces, aseguraban que su estancia era puramente preventiva, ya que se había sentido indispuesto durante un breve periodo. Sin embargo, su permanencia se ha prolongado más de lo esperado. De hecho, es la primera vez que pasa tantos días bajo observación médica, generando así gran preocupación y expectación a nivel mundial. Sobre todo, por la poca información que se maneja al respecto.
No fue hasta el pasado 23 de febrero, una semana después de su ingreso, que el príncipe Eduardo (56) confirmó que su padre había recibido tratamiento por una "infección". Sus palabras coincidían con la noticia emitida el mismo día por un portavoz de la Casa Real británica, que entonces explicaba lo siguiente: "El duque de Edimburgo permanece en el hospital King Edward VII, donde recibe atención médica por una infección. Se siente cómodo y responde al tratamiento, pero no se espera que salga del hospital hasta dentro de varios días".
No obstante, la situación se complicó y los médicos decidieron cambiarlo de hospital para hacerle otras pruebas y detectar una afección cardíaca que, finalmente, le hizo someterse a una intervención de la que se han comenzado a desvelar algunos detalles este jueves. Y es que, hasta ahora, la información sobre el estado de salud del duque de Edimburgo ido llegando a cuenta gotas. Su hijo, el príncipe Eduardo, su nieto, Guillermo de Inglaterra (38), o su nuera, Camilla Parker Bowles (73) son los únicos miembros de la Familia Real que han hablado públicamente de su ingreso. Las versiones de los tres coincidieron: "Se encuentra mejor", "tiene buen ánimo" o "mejora ligeramente" han sido sus palabras.
Carlos de Inglaterra (72), por su parte, ha sido el único que ha visitado a su progenitor en el hospital, cuando se encontraba en el King Edward VII. En el nuevo centro de salud en el que se encuentra, según informan en su página web, no se permiten las visitas debido a la pandemia. De ahí, que la reina Isabel no haya podido encontrarse con su marido. Mientras tanto, sigue cumpliendo con sus labores como monarca.
Pese a las restricciones impuestas por la pandemia, el St Bartholomew’s Hospital dispone de un método digital para que los familiares del duque de Edimburgo puedan comunicarse con él a través de videollamadas. No obstante, se desconoce si la Familia Real ha hecho uso de este.
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