No siempre podemos acertar y todas tenemos un mal día. Así que al look de la reina Letizia (48 años) este lunes por la mañana en Zaragoza lo vamos a calificar como eso, un lunes muy lunes.
Los Reyes han visitado la localidad aragonesa de Fuendetodos donde han presidido la reunión con Goya en Aragón y el Consorcio Cultural Goya con motivo del 275º aniversario del nacimiento de Francisco Goya.
Es cierto que Letizia, como nos ocurre a todos, no debe estar muy contenta porque no ha podido disfrutar esta Semana Santa de sus vacaciones privadas y de los lugares misteriosos de los que nunca nos enteramos, por culpa de la pandemia mundial, pero lo cierto es que el outfit elegido por la Reina era un despropósito de arriba abajo.
Lo primero que no encajaba era la temperatura. Sí, estamos en primavera, pero como bien dice el refrán popular: Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo y la esposa de Felipe VI (53) se viste ya como si estuviéramos en junio.
El segundo error es la combinación. Entendemos perfectamente, aunque no la compartimos, la nueva norma de no estrenar nada para no hacer ostentación de vestuario en un momento en el que la Covid-19 nos está sumiendo a todos en un agujero económico muy hondo, pero con el armario que tiene en Zarzuela, que debe ser kilométrico, estamos seguras de que este lunes podría haber repetido con mucha más gracia.
Llaman la atención especialmente los zapatos que ha escogido para esta cita en Aragón. Unos salones con abertura en el talón, un detalle de hebilla en la punta y, lo más curioso, un tacón medio. Letizia destaca por lucir tacones altos imposibles o directamente calzado plano, pero esta altura media no es propia de ella. Los últimos zapatos que lució su primogénita, la princesa Leonor (15), el pasado miércoles en su primer acto en solitario tienen casi la misma altura y misma forma.
Bueno, para ser exactos, los zapatos son nuevos, y puede que lo mejor de todo el look pero estamos seguras de que merecían una combinación mejor para ser estrenados porque, pese a no ser habituales en la Reina, son ideales para completar sus estilismos más informales.
Empecemos de arriba abajo. Letizia ha sacado del armario una chaqueta en color blanco roto que, a decir verdad, nunca fue de nuestras favoritas. Estilo arlequín, gracias a sus botones XXL, con cuello estilo Mao y mangas francesas de corte farol. La blazer lo tiene casi todo, pero además, es cortita y hecha de una especie de pique fino.
Esta prenda tiene mucha historia, firmada por Felipe Varela, la estrenó en mayo de 2009 cuando siendo princesa de Asturias viajó a Colombia con su marido para asistir en Bogotá a un foro de empresarios. Letizia hacía de su chaqueta blanca un comodín para sus visitas internacionales. Ya que meses más tarde, en noviembre de ese mismo año, la volvió a usar para su viaje a la India, en un acto en el que los príncipes recibieron a la colectividad española en Bombay. Después se la volvió a poner para un acto en el Palacio de El Pardo y no se la habíamos visto más hasta este lunes.
Este lunes por la mañana, sin embargo, ha sido la peor combinación que ha hecho de esta chaqueta ya que daba una imagen poco formal, con una camiseta a rayas de estilo marinero por debajo y unos pantalones cropped en negro, de Hugo Boss. Si en vez de esos tacones nuevos se hubiera puesto unas alpargatas (que todo se andará) tendríamos el look perfecto para ir a tomar unas cañas con los amigos este verano, pero no para ser la Reina presidiendo una reunión junto con el Jefe de Estado español.
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