Harry (36 años) y Guillermo (38) acapararon todas las miradas en el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo. Era la primera vez que coincidían públicamente tras la polémica entrevista que concedió el duque de Sussex a Oprah Winfrey (67), en la que confirmó que había una separación entre ambos. Si bien tuvieron un acercamiento más cordial de lo esperado, en un principio, su reencuentro fue frío y estuvo marcado por la distancia. En la procesión fúnebre de su difunto abuelo estuvieron separados por su primo, Peter Phillips (43), quien fue el causante de una de las últimas polémicas que rondan a la Casa Real británica.
Dos días antes del último adiós al príncipe Felipe, el Palacio de Buckingham ya desvelaba el nombre de los 30 invitados elegidos por Isabel II (94) y el orden en el que caminarían detrás del féretro. El protocolo se cumplió con total rigurosidad y tal y como había ordenado la Reina, entre Harry y Guillermo, en calidad de 'carabina' y simulando una especie de muro, estuvo Peter, el primogénito y único varón de la princesa Ana (70) y su primer marido, el capitán Mark Phillips (72). Si bien llamó la atención las palabras que se intercambiaron los hermanos tras el sepelio, hasta la misa funeral su tensión fue palpable. La ausencia de gestos de cariño y la absoluta distancia social entre ambos estuvo marcada por la división de su primo.
Peter Phillips acudió al funeral del duque de Edimburgo pocas semanas después de que su nombre acaparara los titulares de la prensa británica. A los últimos disgustos que ha tenido que afrontar la Casa Real inglesa-primero por la vinculación del príncipe Andrés (61) con el caso Epstein y después por la salida de Harry de la Familia Real- el hijo de a princesa Ana añadía un escándalo por llevar a cabo un viaje 'prohibido' mientras Reunido Unido mantenía sus fronteras cerradas a causa del coronavirus.
A finales del pasado mes de marzo se desveló que el nieto mayor de la reina Isabel y el duque de Edimburgo se había trasladado en carretera, desde la finca Gatcombe Park, donde reside con su madre, hasta el pueblo St Cyrus, Escocia, para alojarse junto a Lindsay Wallace, una antigua compañera y amiga de su hermana, Zara Tindall (39).
Al tratarse de un viaje 'prohibido' por las restricciones de movilidad impuestas por la Covid-19, Peter Phillips se vio obligado a dar explicaciones a las autoridades por desplazarse 700 kilómetros en carretera. Sin embargo, los agentes no encontraron infracciones en la legislación por el supuesto motivo que llevó al hijo de la princesa Ana a moverse en pleno cierre perimetral. Según explicó el descendiente de los Windsor a través de un portavoz, se encontraba en Escocia por motivos laborales, derivados de su trabajo en XF Medical, encargada de la distribución de pruebas rápidas de Covid. En este sentido, según apuntaba HELLO!, tenía un justificante que lo respaldaba. De acuerdo con la mencionada revista, Peter Phillips se hospedaba en la residencia de la amiga de su hermana porque los hoteles cercanos no se encontraban abiertos, debido a la pandemia.
Peter protagonizó este escandalo un año después de que se divorciara de Autumn Kelly tras 12 años de matrimonio y dos hijas en común: Savannah (9) e Isla (8), las bisnietas mayores de Isabel II. Según la prensa británica, fue ella quien tomó la decisión de poner fin a su relación.
Su vida profesional
Más allá de su vida personal y de su última polémica, el nombre de Peter Phillips ha copado los titulares de la prensa británica en más ocasiones. En su mayoría, por sus asuntos profesionales. Pese a su discreción dentro de la monarquía británica por no tener ningún título real, a diferencia de sus primos, sus negocios han despertado el interés de los medios.
El primogénito de la princesa Ana fue noticia hace unos meses por cofundar una compañía cuyo objetivo es satisfacer la demanda de pruebas rápidas de detección de la Covid-19, realizadas por un equipo médico retirado de las Fuerzas Armadas y a través de unidades móviles que se desplazan hasta el lugar que solicite el cliente.
Tres meses antes de que estallara la pandemia, Peter incusionó en el sector de la publicidad como imagen de dos anuncios de Jersey Fresh Milk, una marca de leche china que se promocionó en la televisión de Shanghai. Aunque nunca ha gozado del estatus de Alteza Real, en el spot aseguraba que es miembro de la Familia Real británica. Allí se mostraba con un vaso de leche mientra que de fondo aparecía la campiña inglesa y la casa señorial de Longleat House en Wiltshire.
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