Antes de llegar a la Casa Real británica, Meghan Markle (39 años) no solo era conocida por su carrera de actriz, sino también por su activismo. La duquesa de Sussex conquistaba a su entorno por defender y ser militante de la igualdad de género y el altruismo. Tras su compromiso y posterior matrimonio con el príncipe Harry (36), sus mensajes llegaron con más fuerza y su lucha se incrementó. Como miembro activo de la Familia Real, además de pronunciar emotivos discursos, apoyó un sinfín de proyectos que prestaban atención a las minorías y daban voz a los más desfavorecidos. 

Ahora, en la ciudad de California, donde reside desde hace un año tras haberse marchado del Reino Unido, Meghan Markle sigue demostrando su apoyo a aquellos grupos que luchan por determinadas causas. Lo hace, en parte, utilizando una curiosa estrategia que no habría podido llevar a cabo desde la Corona. Al menos, no con tanta libertad. 

El pasado 8 de mayo, en un breve mensaje emitido de forma virtual en el macroconcierto Vax Live, que buscaba reivindicar la confianza en las vacunas contra la Covid-19, la duquesa de Sussex se mostró con un vestido de estampado floral, firmado por Carolina Herrera, y un colgante dorado que llamó la atención por su poderoso mensaje.

El accesorio en cuestión es el modelo 'Woman power charm necklace', de la firma Awe Inspired y valorado en 116,95 euros. Según explican en la página web de la marca, el colgante, diseñado en oro y plata, combina el símbolo femenino de Venus con un puño de protesta. Como adorno, cuenta con una amatista en color morado, asociada con la abundancia y la iluminación.

Su historia está vinculada a la de la creadora de la firma, Jill Jonhson, quien ha superado el cáncer en tres ocasiones. Desde 2017, su objetivo ha sido crear una joyería fina, de la mano de su hijo Max, para hacer "obsequios significativos y con una calidad excepcional para cualquiera que busque honrar a un sobreviviente". En este sentido, se ha trazado la misión de "mejorar la experiencia humana a través de regalos que celebran la individualidad, fomentan las conexiones, retribuyen generosamente y dejan a las personas impresionadas". Tal y como ocurrió con Meghan Markle, quien acaparó todas las miradas por llevar un colgante feminista, causa que ha defendido por años y en la que ahora que se convertirá en madre de una niña ha puesto más énfasis. 

"Las mujeres, y especialmente las mujeres de color, han visto desaparecer una generación de ganancias económicas. Desde que comenzó la pandemia, casi 5,5 millones de mujeres han perdido su trabajo en Estados Unidos, y se espera que 47 millones más, de mujeres en todo el mundo, caigan en la pobreza extrema", dijo Meghan Markle, antes de hacer referencia a su maternidad.

"Mi esposo y yo estamos encantados de recibir pronto a una hija. Es un sentimiento de alegría que compartimos con millones de familias de todo el mundo. Cuando pensamos en ella, pensamos en todas las mujeres jóvenes y niñas de todo el mundo a las que se les debe brindar la capacidad y el apoyo para llevarnos adelante", añadió.

Precisamente sobre la maternidad también hizo referencia con su más reciente apuesta estilística. La protagonista de Suits apareció de forma momentánea en el trailer de la nueva serie sobre la salud mental del príncipe Harry y Oprah Winfrey (67), con una camiseta blanca informal que llevaba el siguiente mensaje: Raising the future (levantando el futuro).

La pieza, valorada en 30 euros, es de la firma británica Mère Souer, creada por la diseñadora Carrie Anne. Se tata de una prenda que busca reivindicar la labor de las madres. "Independientemente de cómo elija hacerlo, sean cuales sean sus opciones de crianza, todas lo estamos haciendo. El trabajo más grande y difícil que jamás tendrás", explican desde la página web de la marca por la que ha apostado la duquesa de Sussex en pleno estado de gestación. 

De esta manera, Meghan Markle demostró una vez más su apoyo un grupo -las embarazadas- a través de su outfit. Se trata de una curiosa estrategia que no hubiese podido seguir desde la Corona británica, ya que como miembro activo de la Casa Real habría tenido que cumplir con un código de vestimenta. Incluso en actos más informales, la duquesa de Sussex habría tenido que acatar ciertos parámetros que, probablemente, le habrían impedido hacer visible su apoyo a las mujeres y a las embarazadas a través de un colgante o una camiseta. 

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