Trabajar en sábado siempre es una faena, pero ya que tienes que hacerlo mejor hacerlo bien. Eso ha debido pensar esta mañana en Zarzuela la reina Letizia (48 años) cuando ha tenido que elegir el outfit para presidir, junto al rey Felipe VI (53), el Día de las Fuerzas Armadas.
Tenemos buenas noticias: por lo menos para el acto de hoy hemos dejado de lado la ley de austeridad que se ha autoimpuesto Letizia, y hemos ido de estreno. Y no un estreno cualquiera, sino uno tendencia total, con algún errorcillo, pero bastante acertado.
Porque el protocolo en una cita como esta, castrense y tan importante para el mundo militar, está al nivel de la Pascua Militar. El pasado seis de enero Letizia no supo estar a la altura con la blusa de Maksu, pero parece que esta mañana ha decidido ponerse las pilas. La esposa de Felipe VI ha lucido un vestido-blazer en color rosa palo.
Este tipo de diseños fueron una de las tendencias más fuertes el pasado otoño-invierno, y por la manga larga y el tejido deducimos que esa es su fecha de creación. Y ahí está el error del look de hoy: a finales de mayo en Madrid, la cita pide algo más veraniego, algo menos pesado de lucir. Hace dos años, cuando se celebró el mismo acto en Sevilla, lució un vestido rojo de la firma Cherubina mucho más propio a la temperatura, y hoy, ha tenido que pasar mucho calor.
El vestido-blazer de hoy en rosa palo, uno de los colores que más vamos a ver este verano, se trata de un diseño cruzado con solapas en los cuellos y botones forrados. Formal, elegante y apropiado, un estreno sencillo sin mucha pretensión de llamar la atención.
Una de las mayores alegrías de la jornada es que ha dejado los sosos pendientes que luce últimamente y se ha puesto un modelo de Tous, que no es nuevo, pero que por lo menos le da algo de color a la imagen. Se trata de un diseño de la firma catalana que tiene desde que era Princesa de Asturias, en rosa y verde, realizado con oro amarillo y piedras semipreciosas.
Como complementos, ha ido sobre seguro eligiendo unos salones y una cartera a juego con el tono del vestido, firmados por la española Magrit. Para rematar el look, dándole un poco más de solemnidad, Letizia se ha recogido el cabello en un moño bajo, que siempre le sienta bien y le da el toque elegante a la imagen.
En definitiva: un look apropiado con el acto, un poco cursi en cuanto a tono y forma y sobre todo, muy poco acorde con la temperatura ambiente. Pero nos alegramos de que Letizia empiece a dejar los grises y los negros en el armario y nos dé un poquito de color a este principio de verano.
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