Amadeo III de Saboya-Aosta ha fallecido a los 77 años este martes 1 de junio. La muerte se comunicaba por la casa ducal de Aosta a través de un documento en el que no se proporcionan más datos sobre las circunstancias de la muerte. El noble era primo de la reina Sofía (82 años) y desempeñaba el cargo de jefe de la casa de Aosta.
El fallecido era hijo de Tomislav II, rey de Croacia y cuarto duque de Aosta y de la princesa Irene de Grecia, tía de reina Sofía. Por ello, fue uno de los invitados a la boda de los reyes, Felipe (53) y Letizia (48), el 22 de mayo de 2004, lugar donde tuvo lugar un desagradable episodio violento con Victor Manuel de Saboya, que queda en la memoria de todos los españoles.
Además de su sangre real, contrajo matrimonio con la princesa Claudia de Orleans, hija de los condes de París y hermana de la condesa de Calabria y duquesa de Wutemberg. A este acontecimiento no faltaron los condes de Barcelona y los entonces príncipes, Juan Carlos (83) y Sofía. El matrimonio tuvo tres hijos Blanca, Aimón y Mafalda. Acorde a la normativa que regía ese momento, en el que la ley sálica tenía vigor, el mediano de los hermanos se convirtió en el heredero del título de su padre.
El matrimonio del aristócrata estuvo lleno de altos y bajos. Finalmente, se deshizo tras 18 años en 1982 y pocos años después la iglesia les concedió la nulidad. Esto le permitió a él rehacer su vida con la marquesa Silvia Ottavia, con la que también pasó por la vicaría y hoy se ha convertido en su viuda. Claudia contrajo matrimonio con el escritor Luigi Arnaldo La Cagnina, para más tarde divorciarse en 1996 y volver a casarse en 2006 con Enrico Gandolfi.
Amadeo llevó una vida discreta y, alejado de polémicas, se dedicó a su carrera profesional de ingeniero agrónomo. Pero no pudo evitar dar el salto a la actualidad nacional española tras el ataque que sufrió por parte de su primo en un evento tan relevante como una boda real.
El origen del conflicto tiene lugar en la decisión que tomó Consejo del Reino, un órgano no reconocido por la República Italiana, que determinó que el jefe legítimo de la realeza transalpina era Amadeo. Un beneplácito que no sentó bien a Víctor Manuel y dada la tensa relación, el día de la boda se les asignaron sitios bastante alejados. Pero no se pudo evitar que se cruzaran. En un momento dado, al concluir la cena que puso broche final al día del enlace, Amadeo agasajó con un gesto amistoso a su primo y le saludo cordialmente con un "Ciao, Vittorio, nos vemos". Sin embargo, el carácter de Víctor Manuel salió a relucir y respondió con numerosos insultos a su interlocutor, según Olghina di Robilant. Y no se detuvo en los ataques verbales y le propinó dos contundentes puñetazos.
La respuesta de Amadeo, que se mantuvo en pie gracias a que su prima Ana María estaba cerca, fue mucho más coherente con la situación y el entorno en el que se encontraban. Justamente esto es lo que le preguntó a la hermana de su agresor, María Gabriela: "Pero, Víctor, ¿se da cuenta de dónde estamos?".
Fue el fallecido quien confirmó el incidente a La Repubblica, sin embargo no quiso echar más leña al fuego y evitó hacer algún tipo de comentario: "Digamos que el asunto está cerrado, olvidémoslo", sentenció.
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