Los Reyes van a pillar el fin de semana con muchas ganas. Tras los nervios que siempre suponen los Premios Princesa de Girona, dos jornadas cargadas de emotividad y mucho trabajo, Felipe VI (53) y Letizia (48) han presidido un almuerzo en honor al Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Gutierres (72).
Letizia ha vuelto a tirar de armario, pero no es una cosa que este viernes le podamos echar en cara, porque lleva una semana que no ha parado y puede que se haya cansado de pensar '¿qué me pongo?' y haya elegido algo sencillo, fácil y que siempre gusta: un vestido de flores estilo lady.
Se trata de un diseño de Carolina Herrera que está en el armario de Zarzuela desde 2017, fue en mayo de ese año cuando lo estrenó para un viaje a Palma de Mallorca. Luego ha vuelto a lucirlo en varias ocasiones.
Es un modelo de corte años 40 con las mangas transparentes. Lo más bonito es el color azul cielo, que es roto por unas llamativas y vivas flores bordadas en tonos rojos, rosas y naranjas. Por supuesto, va ceñido a la cintura. El modelo original era de tirantes, pero la Reina pidió que se lo arreglaran para poderlo usar durante todas las estaciones del año. Se trata de un vestido muy elegante, romántico, que le queda como un guante y que es apropiado para el acto de este mediodía en Madrid.
Las anteriores veces que lo ha lucido lo ha combinado con los salones en color nude de Prada, este viernes sin embargo, ha decidido cambiar de zapatos y se ha calzado unos tono rosa chicle de la firma española Magrit. Para esta cita sí que ha llevado bolso y ha elegido una cartera de mano a juego con el tono del calzado y de la misma marca.
Lo que es una pena es lo de las joyas. El Palacio Real, aunque sea un almuerzo, se merece un formato más valioso, unos pendientes con más impacto que unos aritos de oro amarillo y un anillo, el de Karem Hallam, de 49 euros, por mucho valor sentimental que tenga.
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