La enfermedad de Charlène de Mónaco (43 años) está prolongando su estancia en Sudáfrica. La mujer de Alberto de Mónaco (63) viajó a su país de origen dentro de su agenda oficial para denunciar la caza furtiva y fue entonces cuando contrajo una infección de oídos que la está reteniendo en el país africano.
Quizás estos meses alejada del Principado, en los que ha permanecido -contra su voluntad- en su país de origen le han permitido reconectar con su pasado. Así parece según una de sus últimas publicaciones en redes sociales en la que la Princesa ha felicitado a la nadadora sudafricana Tatjana Schoenmaker (24), tras ganar el oro y batir el récord mundial en los Juegos Olímpicos de Tokio.
"Querida Tatjana, ¡estoy feliz por ti! Prepárate para la mejor sensación del mundo. Tu logro no es solo tuyo, sino de tu país y de toda la comunidad acuática", ha escrito la esposa de Alberto de Mónaco en unas relucientes letras en rosa neón. Junto al texto, una fotografía de la autora de la hazaña, todavía en la piscina, nada más terminar la competición.
No cabe duda de que Charlène conserva una fuerte unión emocional con Sudáfrica. Pero además, se puede sentir muy identificada con Schoenmaker, ya que antes de ser Princesa, la piscina fue el entorno en el que mejor se movía. Charlène compitió en los Juegos Olímpicos de Sídney, en el año 2000, con el equipo de Sudáfrica y planeaba participar en los de Pekín en 2008. Sin embargo, el príncipe Alberto se cruzó en su camino, una relación que también ha estado ligada a esta competición. Y es que fue en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006, en Turín cuando se vio a la pareja por primera vez en público.
Ahora se está poniendo en duda que la felicidad de aquellos tiempos continúe acompañándolos. Son ya tres meses los que la Princesa permanece alejada de Mónaco, algo que no ha pasado desapercibido. Y es que este distanciamiento geográfico ha provocado que se acrecienten los rumores de separación entre ella y el príncipe Alberto. De hecho, el medio alemán Bunte, especializado en crónica social y realeza llegó a dar por hecho esta noticia. La separación de la familia solamente se ha visto interrumpida por una breve visita que Alberto y los mellizos Jacques y Gabriella (6) realizaron a Sudáfrica para apoyar a Charlène en su recuperación a principios de junio.
Lo único cierto, de momento, es que el Principado de Mónaco no se ha pronunciado al respecto. Sin embargo, sí lo han hecho fuentes cercanas a Charlène, que en declaraciones a la revista People afirman que "nunca dejará a sus hijos". Esta misma fuente revela que la princesa regresará a Mónaco en cuanto le sea posible. El mismo medio también publica que el palacio monegasco les ha confirmado que existen planes para que Alberto y los niños vuelvan a Sudáfrica hasta que sea la Princesa quien pueda desplazarse al Principado.
Para aclarar cualquier sombra de duda respecto al motivo que le impide a la exnadadora regresar a Mónaco, la madre de Jacques y Gabriella concedía la pasada semana una entrevista al canal sudafricano News24. En esta conversación explicaba pormenorizadamente las causas médicas que la mantenían en el país africano.
Según detalló la Princesa, sufrió una infección de nariz, oído y garganta que comenzó tras haberse sometido a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo antes de la misión que la llevó a Sudáfrica. La Princesa ha comentado que no se dio cuenta del problema hasta que experimentó un fuerte dolor de oídos que la obligó a visitar a un especialista.
Tal y como ha comentado en la entrevista, de momento no puede regresar a Mónaco porque la presión de sus oídos no se "iguala" y sería un riesgo volar por encima de los 6.000 metros.
[Más información: Charlène de Mónaco revela la causa de su enfermedad y el motivo por el que no puede volver al principado]