Isabel II (95 años) ya se encuentra en Balmoral, su refugio más especial. Un año más, la Reina pasará allí sus vacaciones de verano que, en esta ocasión estarán marcadas por dos grandes ausencias. Por primera vez estará sin su marido, el duque de Edimburgo, quien falleció el pasado 9 de abril a los 99 años. Tampoco tendrá la visita del príncipe Harry (36) y Meghan Markle (39), quienes le han fallado en las últimas cuatro temporadas.
Desde que contrajeron matrimonio, los duques de Sussex no han viajado a Balmoral en los meses de verano. En 2018, estando recién casados, se esperaba su primera visita al destino favorito de Su Majestad, pero prefirieron no asistir porque Meghan se encontraba en las primeras semanas de embarazo -anunciado públicamente en octubre del mismo año-. No obstante, poco tiempo después no tuvieron ningún inconveniente para hacer una gira por Oceanía.
En 2019, la historia volvió a repetirse. El príncipe Harry y la actriz estadounidense, que acababan de convertirse en padres de Archie (2), prefirieron evitar su traslado a la residencia de la Reina. De acuerdo con la prensa local, alegaron que su primogénito, entonces de cuatro meses, era demasiado pequeño para viajar a Balmoral. Sin embargo, esto no les impidió volar a otros destinos fuera del Reino Unido, como Ibiza o Niza. "Meghan nunca ha estado en Balmoral y la Reina se siente decepcionada", comentó entonces una fuente al periódico británico Daily Mirror.
Pese a estos dos plantones, la reina Isabel y el duque de Edimburgo recuperaron las esperanzas cuando en 2020 Meghan Markle y el príncipe Harry aceptaron la invitación de visitar Balmoral durante los meses de verano, aun estando fuera de la Casa Real británica. Ambos, además, prometieron que llevarían a su hijo Archie para que pudiese compartir con sus bisabuelos, tíos y primos. Lo que no imaginaron jamás es que una pandemia les impediría cumplir su palabra. Por tercer año consecutivo, los duques de Sussex dieron plantón a la reina Isabel. Las restricciones impuestas por la pandemia obligaron al nieto de la monarca a cancelar su plan inicial. Así, lo que pretendía ser un reencuentro familiar acabó siendo una escapada discreta y llena de medidas de seguridad.
Este año, aunque las restricciones han mermado, Meghan Markle y el príncipe Harry tampoco viajarán a Balmoral. Los duques de Sussex, que dieron la bienvenida a su segunda hija, Lilibet Diana, el pasado 7 de junio, pasarán la mayor parte de la temporada estival en la costa de California, Estados Unidos. Si bien no se han dado a conocer las razones, teniendo en cuentas las experiencias pasadas, algunos medios aseguran que los motivos estarían relacionados con el reciente nacimiento de su hija.
A pesar de la marcada a ausencia de los Sussex el duque de Edimburgo, la reina Isabel no estará sola. Está previsto que algunos miembros de la familia se unan a la monarca a lo largo de las próximas semanas. Según la tradición, además, la Reina permanece acompañada por una guardia de honor unos días después de su llegada.
Isabel II considera el castillo de Balmoral como su propiedad más preciada y a la que más cariño tiene. Se trata de una de las dos únicas residencias que son de su propiedad, y no del Estado. Para ella es sinónimo de libertad y felicidad, ya que se reencuentra con sus raíces. Está en las Tierras Altas de Escocia y la soberana ya veraneaba en él de niña con sus padres y su hermana, la princesa Margarita. Allí suele permanecer hasta el mes de octubre.
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