El plan secreto y solitario de Letizia en uno de los sitios más concurridos de Madrid

Aunque Letizia (49 años) se queja mucho de la poca intimidad que tiene cuando sale a la calle desde que llegó a Zarzuela, hace ya más de 17 años, lo cierto es que cuando quiere pasa completamente desapercibida. El tema de la mascarilla le ha ayudado mucho en ir de incógnito y por eso fueron pocos la que la recocieron el pasado viernes 24 de septiembre por la tarde, en el parque de El Retiro, de Madrid.

Vestida con unos vaqueros, una blusa sencilla y unas zapatillas, la Reina llevaba la cara casi tapada por completo gracias a la mascarilla y a unas gafas de sol XXL, marca Carolina Herrera, que le ayudaron a pasar como una ciudadana más buscando nuevas lecturas entre las casetas de la Feria del Libro.

Letizia ya había estado en el certamen, que además celebraba esta edición su 80 aniversario, el día de la inauguración. Rodeada de autoridades, acompañada por la vicealcaldesa, Begoña Villacís (43) y demás curiosos, la Reina visitó algunas de las más de 300 casetas y compró algunos ejemplares. Luego, los medios de comunicación y los curiosos fueron preguntando que se había llevado la esposa de Felipe VI (53) a su casa como nueva lectura. Pero en esa visita tan oficial, ella no puede 'trastear', que es lo que en realidad le gusta. Ir a los puestos de las editoriales que le interesan, comprar lo que desea de verdad y charlar con quién le apetezca sin fotógrafos, redactores, ni autoridades.

La reina en la Feria del Libro de Madrid. Gtres

Y eso lo pudo hacer el pasado viernes por la tarde. El coche de Letizia, y el que siempre le acompaña como escolta, aparcaron en la entrada del parque de El Retiro de la avenida de Menéndez Pelayo, y desde allí, con solo dos personas de seguridad, la Reina se aventuró a su plan secreto en la Feria del Libro. Muy pocos visitantes se percataron de aquella mujer delgada, no muy alta sin sus tacones, y que iba de caseta en caseta comprando y preguntando curiosa por las novedades.

La primera parada de la esposa de Felipe VI fue para comprar y preguntar cómo iba en ventas un libro escrito por uno de sus amigos, el cineasta Rodrigo Cortés (48). Los años extraordinarios es la segunda novela del director del séptimo arte con el que mantiene una estrecha amistad desde que se conocieron en los Premios Princesa de Asturias de 2015. La Reina y Cortés coincidieron en el coloquio que tuvo lugar en Gijón, el día antes de la entrega de los galardones con el premiado de aquel año a las artes, Francis Ford Coppola (82). Amistad que Letizia demostró visitando en 2016 el rodaje de Blackwood, una película de terror dirigida por él con Uma Thurman (51) como protagonista que, cuando se entrenó, los Reyes llevaron a sus dos hijas a ver a los cines Ocimax Aficine de Palma de Mallorca durante su estancia allí en verano.

Aunque JALEOS sabe que la Reina ya ha leído el libro de su amigo, debió de comprar un par de ejemplares para obsequiárselo a alguien. "Siempre regalo libros, no hay mejor regalo ni con más valor", comentó una vez a un grupo de periodistas tras la entrega de unos premios literarios infantiles.

Durante su visita a la inauguración de la Feria del Libro de Madrid, la Reina revisó varios textos. Gtres

Colombia era el país invitado en este 80 aniversario de la Feria del Libro de Madrid y en su visita secreta del viernes pasado, la Reina pasó más de una hora curioseando en las casetas de las editoriales llegadas de este país latinoamericano. En ellas compró varios ejemplares, como El Olvido que seremos de Héctor Abad, del que, según conoce este periódico, ha visto la película. Letizia disfrutó hace unos meses del largometraje, acompañada de unas amigas. Sin embargo, se desconoce si el libro lo ha leído y era un regalo o quería leérselo.

Independientemente del hecho, lo cierto es que el pasado viernes por la tarde, Letizia disfrutó de un ratito de anonimato en uno de los sitios más concurridos de Madrid, al menos, durante la semana pasada. Un placer que la Reina pocas veces puede tener y que en parte ha conseguido gracias a la mascarilla. Seguro será ella una de las pocas personas que lamente el día que se pueda dejar este artículo de protección para siempre.

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