Meghan Markle (40 años) no se apea de la polémica. Si hace unos días se hacía público el revuelo que se originó en el Palacio de Buckingham cuando fue acusada de usar su título real -duquesa de Sussex- para interferir en asuntos políticos de Estados Unidos, ahora se conocen nuevos detalles de la guerra que emprendió en 2019 contra algunos medios de comunicación británicos.
Fue ese año cuando los duques de Sussex, antes de iniciar su nueva vida lejos de Reino Unido, y de las obligaciones institucionales, emprendieron acciones legales contra algunos tabloides, como Mail on Sunday. Fueron contra este rotativo en concreto, y contra su empresa matriz, al estimar que se estaba realizando una "campaña despiadada" contra su honor e intimidad. Cabe recordar que este medio publicó una carta privada que Markle escribió a su padre, Thomas Markle, al poco tiempo de su boda real con el príncipe Harry (37).
En febrero de 2021, el Tribunal le dio la razón a la duquesa de Sussex, sin necesidad de llegar a juicio. La Justicia consideró que, en efecto, dicha publicación había quebrantado su derecho a la intimidad. Pero, pese a la sentencia, este contencioso no está cerrado y existen importantes novedades. Ahora, el representante legal del grupo editorial, Andrew Caldecott, ha impugnado ante los Reales Tribunales aquella condena favorable a Markle. Se alega contra la sentencia que es "manifiestamente excesiva y, en consecuencia ilegal". Ante este último movimiento, este martes día 9 de noviembre de 2021 ha comenzado una audiencia de apelación, que durará hasta el próximo jueves y en la que cabe la posibilidad de que Meghan Markle, ahora sí, declare ante el juez y responda a las preguntas de los magistrados.
Este extremo se haría realidad si se le da la razón al grupo editorial y se considera que la mujer de Harry es coautora de la carta junto al exsecretario de comunicación del Palacio de Kensington, Jason Knauf. De este modo, no tendría todos los derechos de autor de la misiva, al ser compartida. No obstante, si se vuelve a fallar a su favor, esta vez ya sí que el caso quedaría más que cerrado y probado.
Su 'coqueteo' con la política
Meghan podría estar interfiriendo en asuntos políticos. Así lo desveló hace unos días la republicana Shelley Moore Capito (67), senadora por Virginia Occidental, al diario Politico. Recientemente, recibió una llamada de un número oculto que resultó ser Meghan Markle. "¿Senadora Capito? Aquí Meghan, la duquesa de Sussex", contó la política, haciendo referencia a la forma en la que se presentó la actriz. Susan Collins (59), senadora republicana por el Estado de Maine, vivió la misma experiencia: "Me sorprendió mucho que me llamara a mi número personal y se presentara como la duquesa de Sussex".
La finalidad de la intérprete era tratar un asunto social que, de momento, no ha sido reconocido en Estados Unidos: la baja remunerada por maternidad. Por esta misma cuestión, semanas antes dirigió una carta abierta a los representantes del Congreso con el fin de aprobar esta medida. Entonces, decía hablar como una madre más, pero después utilizaba su título real para hacer peticiones políticas. Por ello, precisamente, ha generado molestias en Buckingham. Según la información que manejó el periódico The Mirror, los cortesanos calificaron de "escandalosas" las recientes intervenciones de Meghan. Según se explicó, la mujer del príncipe Harry usó su título real "fuera de contexto" para "participar en la política".
Además, de acuerdo con el testimonio de un asistente de Palacio, recogido por The Telegraph, la protagonista de Suits debería "mantenerse alejada" de estas conversaciones. "Como miembro de la familia real, si usas el título significa que te mantienes alejado de ese tipo de cosas. De lo contrario, está usando el título fuera de contexto y la gente cuestionara su motivo. La Familia Real no tiene voz en la política estadounidense", comentó la fuente consultada.
La carta de Meghan
La estadounidense se basó en su propia experiencia para pedir a Chuck Schumer (70), líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, y a Nancy Pelosi (81), presidenta de la Cámara de Representantes, la baja remunerada de maternidad.
"Como pocos padres, no nos enfrentamos a la dura realidad de pasar esos primeros meses críticos con nuestro bebé o de volver al trabajo. Sabíamos que podíamos llevarla a casa y, en esa etapa vital (y sagrada), dedicarlo todo a nuestros hijos y a nuestra familia. Sabíamos que al hacerlo no tendríamos que tomar decisiones imposibles sobre el cuidado de los niños, el trabajo y la atención médica que tantas personas tienen que tomar todos los días. Ninguna familia debería enfrentarse a estas decisiones. Ninguna familia debería tener que elegir entre ganarse la vida y tener la libertad de cuidar de su hijo", es parte de lo que ha escrito Meghan Markle tras contar cómo fueron sus vivencias en su infancia y juventud.
"Muchos otros países tienen programas sólidos que brindan meses de tiempo para que ambos padres (biológicos o adoptivos) estén en casa con sus hijos. Estados Unidos, en marcado contraste, no garantiza federalmente a ninguna persona un solo día de licencia pagada. Si vamos a seguir siendo excepcionales, no podemos ser la excepción", ha pedido la actriz.
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