La reina Sofía (83 años) lleva un mes de noviembre con una agenda de lo más solidaria, una faceta que le fue reconocida el pasado 5 de noviembre, cuando recibió la Medalla de Oro por parte de la asociación Dignidad y Justicia por su apoyo a las víctimas del terrorismo. Este jueves 11 de noviembre, en el que ha sido su primer acto semanal, la madre de Felipe VI (53 años) ha viajado hasta Vitoria para presidir la inauguración del IX Congreso Nacional de Alzheimer CEAFA. Desde hace más de cuatro décadas, la Fundación Reina Sofía tiene un departamento dedicado a esta enfermedad neurodegenerativa, además de un centro de salud e investigación dedicado a tratar a personas que la sufren.
Como siempre que acude a un evento de estas características, la reina emérita, que también es presidenta de honor de CEAFA, se ha mostrado feliz y agradecida con los allí presentes, que no han dudado en darle su cariño a su llegada al Palacio de Congresos Europa de Vitoria-Gasteiz. Sofía ha estado muy atenta durante todo el acto, en el que ha pronunciado unas palabras, agradeciendo "su incansable trabajo diario para mejorar el bienestar de los mismos, máxime en estos tiempos difíciles que estamos viviendo con motivo de la pandemia", además de enviar "a todos los familiares de los enfermos de Alzheimer fallecidos con motivo del Covid-19, nuestro más sincero pésame por tan irreparable pérdida. Gracias de todo corazón".
Inaugurada la ponencia, la Reina ha realizado un recorrido por los diferentes puestos del congreso, parándose frente a los carteles informativos para conocer de qué trataba cada uno de ellos. Para cerrar la jornada, la griega ha mantenido un breve encuentro con los asistentes, entre los que se encontraban Denis Itxaso, delegado del Gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco; Cheles Cantabrana, presidenta de la Confederación Española de Alzheimer o Javier Sáez, subdelegado del Gobierno de Álava.
Pese a no tener una agenda tan repleta como la de antaño o como la de los reyes Felipe y Letizia (49), es normal ver el nombre de la emérita en la agenda de Casa Real, casi siempre con actos de carácter solidario o artísticos, además de su apoyo a los Bancos de Alimentos, algo que suele hacer al margen de las actividades oficiales.
Sofía también destaca por sus estilismos durante sus apariciones públicas. Una vez más ha vuelto a apostar por un outfit con notas modernas gracias a un estampado que no pasa de moda, pata de gallo. Una chaqueta en tonos negros y naranjas que ha combinado con pantalones de traje negros, zapatos a tono y un broche de color dorado y que la acerca a otras royals europeas, pues es una impresión de moda que ha conquistado a diferentes mujeres del mundo de la realeza, desde la reina Letizia a Kate Middleton (39) pasando por Diana de Gales. De hecho, para la reina española esta es una de sus apuestas favoritas pues en su amplio armario cuenta con chaquetas, pantalones, abrigos, faldas, blusas y vestidos de pata de gallo. Para cerrar el conjunto, la abuela de la princesa Leonor ha optado una vez más por su bolso de la firma Kem, también en color negro y con tachuelas y cadena doradas.
La ciudad de Vitoria tiene un significado especial para la reina Sofía, pues es ahí donde vive su yerno Iñaki Urdangarin (53). Tras salir de la cárcel de Brieva, en Ávila, el marido de la infanta Cristina se trasladó a la ciudad vasca para vivir junto a su madre, Claire Liebaert, y comenzar una nueva etapa alejado del foco público. Una discreción que está logrando, pues en las escasas veces que Urdangarin se deja ver en público es por decisión pública, como el pasado 23 de octubre, cuando acudió al debut de su hijo Pablo junto al Barcelona de balonmano.
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