El 6 de diciembre de 2000, la infanta Cristina (56 años) daba a luz en la Clínica Teknon de Barcelona a su segundogénito, Pablo Nicolás Sebastián de Todos los Santos Urdangarin de Borbón. La vida era otra para la -también segundogénita- hija de los reyes Juan Carlos (83) y Sofía (83).

Apenas soplaba Cristina treinta y tantas velas, la reputación de su matrimonio estaba intacta y tanto ella como su marido se emocionaron sobremanera ante la llegada del niño de sus ojos -azules-. Pablo Nicolás cumple 21 años este lunes y lo hace en un momento de madurez en todos los sentidos.

Ha sido también un año feliz este para él en el ámbito personal. Primero, ha regresado a España tras pasar gran parte de su infancia y adolescencia entre Suiza, Alemania y Francia. Segundo, su padre, Iñaki Urdangarin (53), por fin se encuentra en libertad tras pasar más de tres años en prisión -de los cinco años y diez meses a los que fue condenado por varios delitos económicos-. 

Y no sólo eso, estos últimos doce meses han marcado un antes y un después en el sino profesional del joven Urdangarin. El pasado 23 de octubre, el Palau Blaugrana de Barcelona vio debutar a Pablo como estrella del Barça de balonmano. Pisaba con fuerza el suelo del pabellón catalán el hijo de uno de los mayores mitos de la historia del club: Iñaki Urdangarin. 

El marido de la infanta Cristina de Borbón cedió el testigo a Pablo, que jugó su primer partido, y triunfó, en la liga ASOBAL con la camiseta culé. Con el 77 y la palabra Urdangarin en la espalda, el sobrino del rey Felipe VI (53), que mide 1,94 metros, sigue los pasos de su padre, cuyo dorsal entonces, el 7, luce hoy colgado de las paredes del Palau desde que se retirase.

Ser hijo de la infanta Cristina y, por ende, miembro de la familia del Rey implica una responsabilidad, como también supone serlo de Urdangarin, si lo que decides con tu vida es dedicarte al balonmano profesional. Fue hace algo más de un año cuando Pablo decidió regresar a Barcelona tras dejar el HBC Nantes de Francia. En la Ciudad Condal se instaló en casa de unos amigos de sus padres, en el barrio de Pedralbes, el mismo donde Cristina e Iñaki construyeron el palacete de más de seis millones de euros por el que empezaron a investigarlo dentro del caso Nóos. 

Además de su labor en el deporte, Pablo estudia en la Universidad. El joven Borbón está matriculado en la EU Business School, escuela de negocios privada donde cursa empresariales y donde se le ha podido ver en muy buena sintonía con sus compañeros y compañeras. Fue la revista ¡HOLA! la que publicó hace algunas semanas que el nieto de los eméritos podría estar ilusionado con una colega de clase de nombre Juliana.

En las imágenes se veía, simplemente, cómo hablaban y cómo se despedían -sin besos, ni abrazos- a la salida de su prestigiosa universidad. Poco después, el programa Ya son las ocho, de Sonsoles Ónega (44), informó de que Juliana no era la novia de Pablo, sino que lleva algo más de un año saliendo con una joven de cabello rubio que ya "entra en palacio" y conoce a la familia.

Por lo que, hasta la fecha, podría tratarse de un amor fantasma, porque no existen instantáneas de la pareja junta: tan sólo la información de que hay una mujer que ilusiona a Urdangarin. El pasado mes de mayo, para sorpresa de todos, Pablo -Pablito, como se hace llamar en redes- se despojó de la discreción que le caracteriza y publicó varios vídeos en una cuenta de TikTok que, como era de esperar, pronto de hicieron virales.

En el primero de los clips, hacía gestos al ritmo de la música y, hasta hoy, ha conseguido la friolera de 363.000 reacciones con más de 1.150 comentarios. En el segundo, mezcla su imagen con la de otro TikToker, a la vez que va copiando sus movimientos: 306.000 reacciones y más 200 comentarios.

Resulta llamativo que entre los miles de comentarios en su tablón se encuentre el de otro miembro de la familia -en este caso política- del rey. Pariente directo de la reina Letizia (49). Su sobrina, Carla Vigo (21), que ahora trabaja como actriz y que algunos TikToks también ha grabado, comentó bajo el vídeo de su coetáneo primo Urdangarin: "Qué grande". 

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