Las reveladoras palabras del padre de la princesa Charlène al cumplirse un mes de su regreso a Mónaco
Michael Wittstock, suegro del príncipe Alberto II, ha roto su silencio para desvelar cómo está viviendo su hija su grave enfermedad.
8 diciembre, 2021 12:00Noticias relacionadas
El pasado 8 de noviembre se producía el momento que Mónaco llevaba mucho tiempo esperando: el regreso de la princesa Charlène (43 años) al Principado. Tras casi diez meses en Sudáfrica debido a las complicaciones derivadas de una infección de garganta por un implante dental, la mujer del príncipe Alberto (63) aterrizaba en el pequeño país europeo para volver al lado de su marido y sus dos hijos, los mellizos Jacques (6) y Gabriella (6). Lo que apuntaba a ser un gran regreso a la rutina se convirtió con el paso de los días en un nuevo misterio en torno a la exnadadora, que desde entonces permanece recuperándose en una lujosa y discreta clínica en Suiza.
Las declaraciones de su marido y de algunos amigos han sido la única información que se ha conocido de su estado. Hasta ahora. Su padre, Michael Wittstock (75), ha roto su silencio por primera vez desde que se conociera el preocupante estado de salud de su hija y ha concedido una entrevista para el medio sudafricano You.
En la misma asegura que a pesar de haber estado muy cerca de su hija, tanto él como su mujer, Lynette Wittstock (74) prefirieron no visitarla al formar parte de uno de los grupos de riesgo del coronavirus, al igual que Charlène por su estado, "tampoco quería infectarla porque tuvo varias intervenciones médicas, estaba muy vulnerable", ha dicho.
A pesar de todo, se muestra tranquilo con a la situación pues habla por teléfono con su hija de manera regular, al igual que con sus nietos, Jacques y Gabriella, que permanecen en Mónaco a la espera de que su madre ya esté recuperada y pueda estar a su lado. "Superará esto y saldrá mucho más fuerte", afirma rotundo, pues tiene total esperanza en que la situación terminará bien. "Mi hija solía nadar 20 kilómetros al día, conociendo su forma de entrenar sé que es dura".
Una tranquilidad que comparte el príncipe Alberto, que desde el regreso de su mujer a Europa ha realizado varias declaraciones."Está mejor, pero todavía necesita descanso y paz. Hay fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un periodo de descanso y seguimiento".
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La clínica en la que se recupera
La princesa Charlène estaría en la cercana Suiza cuidándose para regresar a casa cuanto antes. Concretamente en una clínica privada en los Alpes Suizos, según desvela el alemán Bild. Se trata de un centro de lujo que destaca por su privacidad absoluta con respecto a los pacientes, pues solo atienden a un cliente a la vez, y que ofrece una amplia gama de tratamientos para superar enfermedades como adicciones, trastornos alimenticios y trastornos mentales como depresión o ansiedad, entre otros.
Una información que el medio francés BirdsDaily centra aún, pues afirma que se trata del centro Paracelsus Recovery, conocido por ser "la clínica para adicciones y salud mental más individualizada y discreta del mundo". Entre sus muchos tratamientos se encuentran, por ejemplo, el Executive detox de 7 días, que cuesta 95.000 euros o el Programa de tratamiento residencial de 4 semanas, el más completo del catálogo, con un coste de algo más de 305.000 euros al mes.
Un precio elevado que garantiza un trato único y en el que se incluye alojamiento en una residencia privada de lujo, varias terapias al día, un terapeuta de guardia disponible las 24 horas y un servicio totalmente a medida. "No sufre ninguna enfermedad grave o incurable, no es tampoco un problema de pareja. Nuestra pareja no está para nada en peligro, quiero ser claro sobre esto. Se trata de las consecuencias de todas las operaciones que ha sufrido en los últimos meses", indicó Alberto.
Y añadió: "Decidimos juntos, con nuestra familia cercana, que lo mejor era que pudiera descansar tranquilamente, fuera de Mónaco, en el extranjero, por razones evidentes de discreción y comodidad. Es necesario que todo el mundo lo entienda. Lo digo amablemente: Dejadla tranquila. Dejadnos tranquilos un tiempo".
[Más información: Así es la discreta clínica de lujo en la que está ingresada Charlène de Mónaco en Suiza]