El príncipe Andrés (61 años) está viviendo el peor momento de su vida. En medio del polémico juicio por el caso Epstein, por el que tendrá que testificar ante un tribunal de Estados Unidos en apenas unas semanas, su madre, la reina Isabel II (95) le ha despojado de sus afiliaciones militares y patrocinios reales.
Un durísimo golpe para el duque de York, que no solo se encuentra en el punto de mira de la prensa británica, también de los medios internacionales. Mientras su familia de sangre prefiere guardar silencio, hay una persona que no ha dudado en salir en su defensa pública, su exmujer, Sarah Ferguson (62), que se ha convertido en su mejor protectora y su única escudera en el escándalo de abusos que azota a la Corona e indigna a los británicos.
Separados desde 1992, seis años después de darse el 'sí, quiero' en la Abadía de Westminster, Andrés y Sarah forman una curiosa pareja que se ha apoyado en todas las etapas, convirtiéndoles en "la pareja divorciada más feliz del mundo", según sus propias palabras. Por eso, Fergie, como se la conoce popularmente, no ha dudado en salir en defensa del padre de sus hijas, las princesas Eugenia (31) y Beatriz (33). Tanto que ella se ha convertido en su arma secreta de cara a la gran batalla legal a la que se tendrá que enfrentar más pronto que tarde.
De hecho, la escritora tiene un papel clave dentro del equipo que se encarga de preparar la defensa del príncipe. "Nadie dentro del palacio de Buckingham ha estado tan involucrado en el caso del príncipe Andrés ni sabe tanto como Sarah. Sabe tanto como el duque o sus abogados", ha asegurado una fuente al diario The Post, desvelando así su cercanía. La todavía duquesa de York ha acudido a todas las sesiones de estrategia que Andrés ha mantenido con su equipo legal, involucrándose desde el comienzo en todo el proceso para no ser solo su mayor apoyo, también su más leal consejera.
Tanto su exmujer como su hija mayor, iban a tener un papel relevante en el futuro juicio, que se espera se celebre el próximo septiembre, situándose en su defensa. Sin embargo, según informa el diario The Telegraph finalmente no comparecerán ante el tribunal. El motivo es la última declaración de Andrés, que ha confirmado que estuvo con Virginia Giuffre en un restaurante Pizza Express una noche del año 2001, la misma fecha en la que la acusadora asegura que ocurrieron los abusos.
Siempre a su lado
En una entrevista reciente en el programa italiano Porta a Porta, Ferguson ha dejado claro que no le abandonará pese a los indicios que apuntan a su culpabilidad. "Mi deber es con él. Estoy muy orgullosa de él. Lo apoyo y siempre lo haré", aseguró rotunda, añadiendo que el príncipe es "un gran hombre, un padre brillante y un abuelo fantástico. (...) El día más feliz de mi vida fue cuando me casé con el mejor hombre del mundo", sentenció, dejado fuera de juego cualquier duda sobre su opinión.
La suya no es una relación al uso, pues si bien han pasado más tiempo divorciados que como pareja se ha dejado ver juntos en incontables ocasiones, llegando a pasar periodos de vacaciones en familia. No es de extrañar, por lo tanto, que haya constantes especulaciones acerca de si han retomado su relación amorosa, algo a lo que Sarah contestó el pasado agosto en la televisión británica.
"Andrés y yo nos mantenemos firmes, fuimos copadres en el pasado y ahora somos coabuelos", aclaró, pese a que todavía comparten vivienda desde el año 2008 después de que Ferguson perdiera su casa a causa de un incendio. Desde entonces viven juntos en el Royal Lodge, una residencia real a cuatro kilómetros del Castillo de Windsor en la que anteriormente vivió la reina Madre.
Una decisión familiar
Isabel II tomó la drástica decisión de despojar al príncipe Andrés de todos sus títulos militares días después de que 152 veteranos de guerra la instaran a que retirara estos honores a su hijo y, tal y como ha desvelado el periódico local Daily Mail, tras una "amplia discusión" dentro de la Familia Real después de que el príncipe Andrés fallara en su intento de persuadir al juez encargado del caso para que desestimara la demanda civil en la que se le acusa de abusos sexuales.
De acuerdo con el medio británico, el príncipe Carlos (73) y su primogénito, Guillermo (39) fueron "instrumentales" en la firmeza de la monarca tras conocerse el veredicto de la Justicia estadounidense. "Se trata de la supervivencia de la institución a toda costa. Siempre lo ha sido y siempre lo será", expresó una fuente de Palacio al mencionado periódico.
"Fue una decisión despiadada y rápida que habría sido recomendada por el príncipe de Gales y el duque de Cambridge y sancionada por la Reina", añadió otra persona del entorno. "Ella tiene la capacidad, cuando llega el momento, de saber qué es lo mejor para la institución y actuará en su papel de jefa de estado, no de madre", expresó otra fuente cercana a Isabel II, consciente de que no fue algo fácil de decidir para la Reina.
Las críticas no han cesado pese a esta determinación de Isabel II y el príncipe Andrés podría incluso perder su título. Así lo ha afirmado la diputada Rachael Maskell, quien en un mensaje en Twitter ha considerado "insostenible" que el príncipe Andrés siga siendo duque de York, como es más conocido por gran parte de la opinión pública. "Es insostenible que el duque de York se aferre a su título ni un solo día más; esta asociación con York debe terminar", ha posteado Maskell, diputada por la circunscripción de York Central.
[Más información: El príncipe Andrés se arriesga a perder el título de duque de York: la última protesta en Reino Unido]
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