La nueva vida de Iñaki Urdangarin (54 años) nada tiene que ver con la de hace un año atrás cuando comenzaba a disfrutar de su semilibertad. El 20 de enero de 2021, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria nº 1 de Castilla y León le concedía el tercer grado penitenciario al exduque de Palma, condenado a cinco años y 10 meses de cárcel por corrupción en el caso Nóos. En este sentido, se determinaba que trabajaría fuera de prisión, regresando al centro para dormir y disfrutando de su libertad todos los fines de semana.
En aquel momento, Urdangarin continuaba con su labor social en Hogar Don Orione, al que estuvo vinculado durante un año y medio para cumplir con un voluntariado de jornadas de ocho horas. Su trabajo terminó a finales de febrero, cuando se despidió de sus compañeros entre aplausos y muestras de cariño. Pero semanas antes también era valorado por un grupo de personas que se acercaron al mencionado centro asistencial situado en Pozuelo de Alarcón para pedirle, como verdaderos fans, autógrafos y fotografías.
Fue el 28 de enero de 2021 cuando Iñaki Urdangarin recuperó aquella imagen de estrella que tuvo entre los años 80 y 90 como deportista. El exduque de Palma competía en la selección de balonmano del F.C Barcelona, con el que ganó varias copas de Europa y ligas ASOBAL. Además, con la selección española obtuvo dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos.
Asombrado, pero con total naturalidad, el marido de la infanta Cristina (56) accedió a las peticiones de sus seguidores, quienes lo esperaban a las afuera de Don Orione. El que fuera duque de Palma atendió con mucho gusto a estos personajes anónimos que deseaban captar un gran momento para Iñaki Urdangarin, ya que coincidía con la recuperación de su libertad.
Ahora, 12 meses después, no son sus seguidores quienes lo esperan en las puertas de un centro de voluntariado. Son los periodistas y los medios de comunicación los que hacen guardia en las inmediaciones del bufete de abogados donde trabaja en Vitoria, para conocer los últimos detalles de su vida y resolver todas las incógnitas relacionadas con la interrupción de su matrimonio con la infanta Cristina.
Hasta el pasado 19 de enero, fecha en la que se publicaron unas imágenes suyas en actitud cariñosa con otra mujer que no era la hermana del rey Felipe VI (53), Iñaki Urdangarin gozaba de una aparente tranquilidad después de varios años convulsos por el caso Nóos. Hoy, de nuevo, atraviesa una situación complicada por el giro que ha dado su vida familiar.
Tal y como expresaron los exduques de Palma a través de un comunicado remitido a EFE que salió a la luz el pasado lunes 24 de enero, después de casi 25 años de matrimonio han decidido poner fin a esta etapa. "De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean", expresaron Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, cinco días después de que publicaran las fotografías del exdeportista con Ainhoa Armentia, su nueva pareja y a quien conoció en el bufete de abogados en el que trabaja.
Tal y como informó Lecturas, la misma revista que sacó a la luz dichas fotografías, el comunicado se produjo justo después de que Urdangarin se reuniera con la infanta Cristina en Ginebra, ciudad en la que reside con su hija menor, Irene (16). Al encuentro también asistió Miguel (19), el más desconocido de los varones y quien estudia Ciencias del Mar en Londres.
Aunque parecen que no emitirán mayor información, de acuerdo con lo dicho por Iñaki Urdangarin y su hijo Pablo (21) a los medios de comunicación, todavía quedan varias incógnitas por despejar. Por ello, de momento, no parece que el exduque de Palma recupere esa aparente tranquilidad, adquirida tras conseguir el tercer grado penitenciario. Hoy es el protagonista de la prensa nacional e internacional por otro escándalo: su 'engaño' a la infanta Cristina.
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